Novelas en capítulos y cuentos cortos

viernes, 8 de mayo de 2015

Camino de Sangre y... Rosas Caps 19 y 20


                                                          19


“...los clamores cotidianos de la tiranía
no podrán contra los progresos fatales
de la libertad.”
                                                             Juan Bautista Alberdi



La salud de mamita Pancha empeoró de forma alarmante durante la primavera. Ciriaco y Rafael compartían una profunda tristeza por la enfermedad de esa mujer fuerte, emprendedora y generosa que empeoraba con el correr de los meses.
Se acercaba la Navidad. El clima festivo puso un paréntesis a los enfrentamientos políticos que se vivían en la ciudad, aunque la angustia por los familiares exiliados se agudizaba y el odio crecía.Perdón y reconciliación no existían en los corazones de muchos argentinos.
Fue mamita Pancha la que insistió para que Jovita, con la ayuda de los demás sirvientes, engalanara la casa con los adornos navideños. Imitando a la familia Terrada, precursores en la inclusión del arbolito en la festividad, armaron un pequeño abeto en la sala de recibo junto al clavicordio y a la izquierda del arpa. Lo adornaron  con manzanas rojas y colocaron en sus ramas velitas aromáticas, Al pie del árbol, Jovita dispuso un exquisito pesebre de cerámica de vistosos colores bajo la atenta mirada de doña Francisca. Cuando estuvo todo de su agrado volvió a su dormitorio para seguir descansando. Últimamente se agitaba por nada.
Muy atenta, Jovita le preparó un té de tilo y con cautela entró en la habitación evitando hacer ruido por si la anciana dormía.
_Jovita, ¿qúe haces levantada? Acostate un rato, es la hora de la siesta_la reprendió con dulzura.
_Enseguida voy doñita, pero primero tómese este té que le va a sentar bien.
_Vos siempre tan considerada conmigo.Bueno, traé para acá. Me lo tomo y te vas a descansar.¡Pobrecita!, hoy trabajaste mucho preparando la casa para celebrar la Navidad.
_Me
gusta hacerlo.La casa parece más alegre¿no doñita?.

_Es cierto, lástima que esta sea mi última Navidad.
_No diga eso, me asusta cuando habla así_Jovita se santiguó tres veces seguidas para ahuyentar a la Parca.
_No
tengas miedo ni estés triste. Que mejor fecha para morir que el cumpleaños de Jesús_le respondió sonriendo.

_Cambiemo’ de tema ¿eh? Doña Pancha ¿pa’ qué pusimo’ ese arbolito en la sala?
_El padre Fermín me explicó que un santo llamado Bonifacio invitó a sus feligreses a llevar a sus casas en Navidad un árbol de hojas que siempre están verdes para simbolizar la inmortalidad, la vida eterna y con su cima apuntando hacia el Cielo donde está la morada de Dios.
_¿Y pa’ qué son las manzanas y las velas?_preguntó intrigada.
_Las manzanas significan la tentación, el pecado y las velas,la luz del Señor Jesús.
_Usté sí que sabe un montonazo doñita_Jovita la escuchaba con la boca abierta por el asombro.
_Acá hay mucha charla_Rafael entró en la habitación_Jovita te dije que mamita Pancha no puede hablar mucho porque después se sofoca.....le cuesta respirar ¿entendés?
_No la retes Rafa, soy yo la que le está dando lata. Además hoy me siento bastante bien_se tomó el té,que ya estaba tibio,y Jovita se retiró malhumorada por la reprimenda.
_Ahora quiero que duerma un rato. Es una orden.
Rafael la besó en la frente, pero cuando se alejaba de la cama, doña Pancha lo retuvo tomándole la mano.
_Quedate un poquito más conmigo, por favor.
_Si me promete que no se va a fatigar.
_Llevate lejos de Buenos Aires a Lourdes. No sé porque volvieron pero tienen que irse antes de que sea tarde..._a doña Pancha le costaba respirar_ ¿están juntos todavía? ¿Se quieren?
_Cálmese viejita, no se ponga nerviosa.Sí, nos queremos y tenemos planeado marcharnos en Navidad.Lo que más me duele es dejarla a usted.
_Por mí no te priocupes, soy una vieja enferma a la que le quedan pocos días...sí, sí, no me hagas callar.Deseo que haiga un lugar en el que Lourdes y vos puedan ser felices. Seré inorante pero no ciega, quiero al Ciriaco pero cuando la violencia lo enloquece......Tengo miedo por vos Rafa, tengo miedo que te pase algo malo. Conozco al Ciriaco y sé de lo que es capaz cuando se enjurece.¡Prometeme que te la vas a llevar lejos!,¡prometemelo!
_Se lo prometo...por favor duermase, todo se va a arreglar, va a ver, todo se va a arreglar.
Rafael se quedó a su lado acariciándole la mano hasta que se durmió. Cuánto amor le debía a esa anciana pequeñita que casi desaparecía en la enorme cama que desbordaba almohadones almidonados y puntillas.
Enjuta, de tez morena surcada por mil y una arruga;de ojos vivarachos,ahora velados por cataratas;inquieta de manos ajadas y callosas de tanto trabajo duro para sacar adelante ella sola a su hijo. Su última dosis de energía la volcó en la crianza de un huérfano salvado de un malón. Esa era mamita Pancha, una luchadora que le dio guerra a una vida de sacrificios, humillaciones y privaciones, pero como recompensa tuvo el amor infinito de su hijo y de un nieto postizo que fue su alegría y su esperanza.
“Mamita Pancha, que ese Dios en el que tanto cree la lleve en sus alas a un vergel de paz y felicidad”. Con los ojos humedecidos abandonó el dormitorio. En el pasillo se topó con un Cuitiño taciturno.
_Rafael, el doctor Muñiz me dijo que no hay nada que hacer.La vieja se me muere no más_expresó desolado.
_Animo padrino va a ver como mamita Pancha sale de ésta también_expresó no muy convencido Rafael.
_No lo creo, está muy débil.Se deslomó lavando ropa ajena la pobre y ahora que puedo hacerla disfrutar de la comodidad se me va...¡mire que fui bruto con ella!, cuántas veces le grité y ella nunca me retrucó y si lo hizo fue con cariño_la conciencia lo aguijoneaba por las veces que desató su violencia en una madre que siempre estuvo dispuesta a escucharlo y ampararlo.
_No se torture más padrino. Usted es lo más importante para ella. Lo quiere y lo comprende. Venga vamos a la cocina a tomarnos una ginebrita, nos va a caer bien a los dos.
Esa fue la última vez que compartieron una bebida consolándose mutuamente y en armonía.


En la casa de Lourdes también se preparaban para el festejo de la Navidad.
Tin
a y Lola dispusieron sobre una mesa de roble oscuro, ubicada en la sala,un pesebre de figuras de madera de cedro, talladas y pintadas vistosamente. Con gran sentido del arte,Tina fue colocando las tablas coloreadas que simulaban el cielo de Belén, el establo construído con corteza que albergaba a José, María y al Niño. Ovejas,vacas,burros,pastores congregados alrededor de un fogón,completaban un escenario para el asombro de los visitantes que el veinticinco pasaban a desear buenos augurios a la familia.

Lourdes desde la puerta, se maravilló al verlo.
_Tina, Lola, las felicito ¡quedó precioso!
_Espero que el pesebre les dé tema para hablar y así no preguntan por vos que a esa hora ya estarás en San Pedro.
_¡Estoy tan nerviosa!Tina cuidá a la abuela,ella se hace la fuerte pero...
_Sí querida. Seremos mujeres,pero estamos preparadas para enfrentar la tormenta más recia.
Los días pasaron, algunos breves como un suspiro y otros eternos como las noches de invierno sin fuego para calefaccionar.
Por fin llegó el veinticuatro de diciembre de 1847. Lourdes y Rafael ansiaban la medianoche para reencontrarse y emprender el viaje hacia la dicha.
Sin embargo para Rafael la felicidad de unirse a Lourdes estaba opacada por la enfermedad de mamita Pancha. Un peso en el corazón le anunciaba que el desenlace se acercaba inexorablemente y la angustia lo dominaba.
Mientras que todas las casa de Buenos Aires se vestían de Navidad, se preparaban brindis y las cocinas inundaban los patios de apetitosos aromas,la casa de Ciriaco Cuitiño lloraba. El diagnóstico del doctor Muñíz fue terminante.”No pasa de esta noche”.Rafael no se apartaba ni un segundo de doña Francisca y Cuitiño estaba pendiente de la respiración de su madre.
Pasadas las diez de la noche llegó una visita inesperada. Santa Coloma.
Rafael, al verlo, maldijo para sus adentros.”Este ¿qué se trae entre manos?, pensó iracundo.
Cuitiño y Santa Coloma se encerraron en el escritorio. Después de una hora Cuitiño salió hecho una fiera. Tenía la cara roja, sudada; los ojos saltones, salvajes, asesinos.
_Rafael, venga... ¡Rápido!_lo llamó con voz de acero.
Rafael se le acercó con calma. Pasó delante del alcahuete que le sonrió cinicamente.
_¿Qué sarta de mentiras le trajo ese imbécil?
_¿Usted ayudó a escapar a Escalante?¡conteste mierda!
_Sí_fue lo único que respondió, sin explicaciones, sin defenderse.
_Me traicionó Rafael. Yo confié en usted y me pagó cagándome.
_Sólo defendí la verdad y la justicia.
_Usted defendió la calentura que tiene con esa perra de Lourdes Aguirrezabala, esa niña de sociedad que cuando se le pase el capricho que tiene con usted lo va a dejar en la estacada humillada y destruido.
_Amo a Lourdes. Ella perdonó mi pasado y me ama como soy. Nos casamos y queremos vivir juntos.
_¡Nunca!antes lo mato. Lo eduqué para defender un ideal y usted me clava un puñal por la espalda. Yo siempre le fui leal, usted en cambio...
_Padrino, no me hable así. No soy un traidor, pero ya no estoy dispuesto a asesinar o a torturar en defensa de la causa federal o de un hombre que se cree todopoderoso.
_Cuidado con el tonito que emplea cuando se refiere al Gobernador. Gracias a él tenemos esta casa y hoy mi madre puede morir dignamente.
_Me voy padrino,no me lo impida. Mamita Pancha me dio su bendición_Rafael fue contundente.
Cuitiño apretó sus puños con rabia, el rostro desencajado por la decepción.
_Salga de mi vista, verlo me revuelve las tripas. Lo quise como a un hijo y ¿así me paga?. Por mi vieja no lo mato ahora mismo, pero le juro que me voy a vengar. ¡Cuídese!
Jovita entró como un vendaval en la habitación. Gritaba, lloraba.
_Doña Pancha se murió, patroncito, se murió.
Cuitiño la empujó sin ninguna consideración u corrió al dormitorio de su madre. Rafael lo siguió pero cuando quiso entrar Cuitiño lo paró en seco.
_Ni se atreva a acercarse. Usted ya no pertenece a esta familia. Desaparezca antes de que lo mande a ajusticiar.
Rafael tomó un bolso con sus cosas: algunos libros, poca ropa. Con la mirada velada por las lágrimas buscó a Moro y a dos yeguas que tenía preparadas para el viaje. 
Llegó a casa de Lourdes cuando comenzaban a disfrutar de la cena de Nochebuena.
“El huracán se desató”, pensó Lourdes al verlo devastado en el umbral del comedor. Lo abrazó y lo besó. Juntos se sentaron a la mesa cerca de doña Mercedes.
_Mamita Pancha falleció.Mi padrino me echó amenazándome de muerte.
Lourdes se arrojó a sus brazos.
_Fuerza, Rafael. Con respecto a Cuitiño, sabíamos que esa iba a ser su reacción. Es un resentido que goza con el sufrimiento del otro.
_No doña Mercedes. Estoy seguro que el padrino todavía me quiere, lo que pasa es que su carácter violento lo enceguece. Por eso hace y dice cosas de las que después se arrepiente. No conozco persona más fiel que él. SÍ,sí,ya sé,doña Mercedes puso su lealtad en la persona equivocada. No trato de defenderlo ni de justificarlo. Cometió muchísimas barbaridades de las que yo también tomé parte y de las que estoy infinitamente arrepentido
_Hay enfermedades del alma más dañinas que las del cuerpo_sentenció doña Mercedes_y tu padrino destila el veneno de la venganza.Es un necio que defiende a otro necio ebrio de poder.
Tina, que entraba con una fuente humeante presenció confundida la escena.
_¡Rafael, hijo! ¿Qué sucedió? ¿No es temprano para que estés con nosotras?
Un silencio lúgubre descendió sobre ellos. Rafael, lentamente, repitió la historia a su madre.
Doña Mercedes fue la encargada de levantar los ánimos.
_Hoy es un día muy importante,sobre todo para ustedes dos. Doña Francisca desde el Cielo los va a guiar y proteger,no lo duden. Ella va a ser su ángel guardián y eso a mí me da tranquilidad. Rafael ,tiene que ser fuerte, dueño de una voluntad vigorosa. Su cabeza tiene que ser de hielo para tomar decisiones rápidas y seguras. Tiene que poseer mano de hierro y corazón de fuego para defender sus creencias y sentimientos...
_Para defender a Lourdes y todo lo que ella significa para mí
_Brindemos por todo lo dicho. ¡Por Lourdes y Rafael!_propuso Tina.
_Brindemos por una Patria soberana libre de bestias carentes de conciencia_exclamó entusiasmada doña Mercedes.
Un sonoro tintineo de cristales selló los buenos deseos. Un excelente jerez llegado de Portugal corrió en abundancia para elevar el espíritu de todos los presentes.
Luego de la cena, salvo Rafael que permaneció escondido en la casa, las mujeres fueron hasta el Convento de los franciscanos para admirar el pesebre que todos los años armaban en su Iglesia.
Allí se enteraron que Camila O’Gorman y el sacerdote jesuita Ladislao Gutierrez huyeron juntos. Nadie sabía a dónde pero se los buscaba para castigarlos por inmorales y herejes
Lourdes al escuchar los comentarios condenatorios sobre la pareja se desmayó.
Doña Mercedes y Tina pudieron sostenerla impidiendo que cayera y se golpeara contra el piso. Un caballero las socorrió acercando un sillón para que acomodaran a Lourdes. Mientras la abuela le hacía aire con su abanico, varias mujeres, todas ellas muy piadosas y puritanas, se lamentaban por haber mencionado el delito de Camila ante una joven tan susceptible y delicada, incapaz de soportar tanta corrupción.
Doña Mercedes imaginaba que el desmayo de Lourdes se había provocado por otra razón”.Además de los nervios por su inminente huida, mi niña está en estado de buena esperanza”.
Hacía unos días que lo sospechaba. La notaba pálida y desganada, sin poder ocultar las naúseas que le producían los mates y los huevos que  adoraba comer pasados por agua por las tardes. Una sensación de dulzura le recorrió el cuerpo y le estrmeció el alma. ”Que la Virgen me conceda conocer a mi bisnieto”, anheló con ahínco.
Una vez en la casa no se mencionó el desmayo a Rafael. ”No hay que preocuparlo”, fue el pedido de Lourdes a su abuela y a Tina. Ellas a regañadientes lo aceptaron.
A las dos de la madrugada de una jornada calurosa, la joven pareja entre besos, llanto y abrazos inició un camino hacia la esperanza.  
                                                                                                                                          
                                                             20


“Se apoderaron de mí ideas de libertad, igualdad, seguridad,
propiedad, y sólo veía tiranos en los que se oponían
a que el hombre fuese a donde fuese, no disfrutase de unos
derechos que Dios y la Naturaleza le habían concedido”.
                                                                                                       Manuel Belgrano


En San Pedro, fray Cayetano los recibió jubiloso. Amigo de Lorenza Reynafé, supo por ella como esos dos jóvenes desafiaban con temeridad a un poder que iba más allá de la política.”¿Un mazorquero renegado?, ¿cómo es eso?. Fray Cayetano, un hombre de Dios que predicaba la conversión, no vislumbraba la posibilidad de un cambio radical de vida.”Incrédulo, eso es lo que soy”, se reprochaba,”para Dios no hay imposibles”.
Después de acomodar a Lourdes que estaba exhausta en una de las celdas, charló largo y tendido con Rafael.
Entre copa y copa de un vino tinto de buen cuerpo, Rafael le confesó al fraile todas sus tropelías y su urgencia de expiarlas. Los remordimientos por haber asesinado a tantos hombres escudándose en la causa de la Santa Federación lo asolaban día y noche.
El único remanso en su vida era Lourdes. Ella lo amaba como era, aceptando el monstruo que había sido.”Tengo miedo padrecito que alguna vez la locura se vuelva a apoderar de mí y cometa un disparate. Soy un violento, lo sé y lucho con todas mis fuerzas para sofocar la ira que a veces me domina. Por Lourdes quiero ser otra persona, ella se lo merece.”
Fray Cayetano, acostumbrado a escuchar confesiones, quedó impresionado con la humildad y sinceridad que mostraba ese joven dispuesto a cambiar por el amor de una mujercita igual de valiente.
A la mañana siguiente, luego de un abundante desayuno. continuaron su viaje más descansados.”Que el Señor los guarde y en alas de águila los lleve hasta su destino sin contratiempos”, así los bendijo el viejo fraile viéndolos partir con el espíritu rebosante de entusiasmo.
Fueron cinco días de intensa cabalgata por la extensa llanura. Pararon en alguna que otra posta para recobrar energía hasta arribar a Córdoba.
Lourdes lucía demacrada y eso preocupó a Rafael. En una esquina le preguntaron al aguatero que estaba renegando con su mula, si sabría indicarles la ubicación de la casa de la familia Oliva. Apenas le entendieron, pero igualmente dieron con la dirección buscada.
Era una casa de color ocre de gran sencillez pero elegante. Poseía una sola planta en forma de U con un patio central en el que se destacaba una pequeña fuente. Luminosas galerías flanqueaban el cuerpo principal.
La misma Clara Oliva los recibió.Bella y de mirada taciturna, les ofreció generosamente su hospitalidad. Enseguida ordenó que se les sirviera un refrigerio y que se les preparara un baño.
Rafael y Lourdes agradecieron que Clara fuera poco conversadora porque lo que más deseaban era una cama mullida y sábanas limpias. Su deseo fue cumplido con creces aunque Lourdes antes del atardecer acabó su siesta reparadora y deambuló por el jardín, un jardín que la cautivó. Flores y plantas de diferentes alturas, colores, texturas y fragancias que se unían para conjurar un encantamiento a los sentidos. Sentada en un banco de piedra, el murmullo del agua de la fuente la adormiló. Se despertó desconcertada cuando alguien le tocó suavemente el hombro.
_Lourdes, ¿por qué se levantó? Debería descansar. Les esperan jornadas durísimas._Clara la observaba preocupada. Estaba muy atractiva en un vestido amarillo y con el cabello oscuro recogido.
_Estoy un poco inquieta.Además necesitaba saborear la paz que encuentro en este jardín, rodeada de tanto color.¿Cómo se llaman esas flores naranja que se asoman entre esa manta de hojas de un verde tan brillante?_le señaló un cantero que se extendía a lo largo de la pared que tenían enfrente de ellas.
_Clivia, se parecen a los lirios ¿no le parece?
_Sí, es verdad. Mi abuela adoraría las clivias, le gustan los colores fuertes, llamativos.
_¿Extraña a su abuela?
_Muchísimo.
_La comprendo. Estar alejada de las personas que se ama es terrible.
_Lo dice por Francisco. Lamento ponerla triste.
_No se aflija, Francisco está dentro mío. Fue y es el amor de mi vida, no creo que alguien pueda reemplazarlo. El día que me enteré de su muerte pensé que yo también moriría, y sin embargo acá me tiene. La vida continúa pero para mí ya nada tiene sentido. Todos nuestros planes fueron destrozados por una lucha nefasta. A lo mejor le parezco egoísta, pero poco me interesa el bien de la Patria si me quitan al hombre que amo_Clara se expresaba serenamente, sin esconder su profundo dolor y desilusión.
_Lo que dice es una gran verdad.Los hombres luchan, se matan entre sí en pos de una Patria libre sin darse cuenta que lo único que generan es más violencia y un tremendo desasosiego en sus mujeres que quedan viudas y desprotegidas.
_Y no se olvide de las madres que ofrecieron sus hijos, muchachos aguerridos y vitales...y ¿que se les devolvió?... ¡cadáveres!
_Que nos traerá esta guerra civil, de hermanos.... ¿acaso la paz?
_Recemos para que se calmen las aguas Lourdes. Le confieso algo, la envidio.
_A mí,¿por qué?_Lourdes se acercó a Clara a modo de confidencia.
_Porque usted tuvo las agallas para jugarse por el hombre que ama. Abandonó afectos, seguridad y comodidades para seguirlo a pesar del peligro que los asedia a cada paso. Yo no lo hice. Me quedé esperándolo encerrada en mi angustia.¡Fui una cobarde!  
_Clara, Lorenza me contó que él la amaba profundamente pero que temía por usted. Lo perseguían para ahorcarlo y él no quería para usted una vida de fugitiva. Francisco le prometió que volvería a buscarla cuando...
_Ese cuando nunca se produjo. Fran ya no está y yo sigo llorándolo. En cambio usted le hace frente al peligro. Me hubiese gustado ser como usted, Lourdes...
El sol del atardecer las envolvió en un abrazo tibio de comprensión y consuelo. Juntas fueron al comedor. Rafael y Clemente, el padre de Clara, saboreaban unos ricos pastelitos de membrillo acompañados por unos mates amargos que un simpático negrito de unos doce años, les cebaba con diligencia. Ellos conversaban animadamente sobre la precaria situación política del país.Al verlas llegar les sonrieron y continuaron enredados en la discusión.
Hartas de las diferencias entre federales y unitarios, se retiraron a una coqueta salita contigua al comedor.
Clara, de un cajón de una cómoda de roble repujado extrajo un libro lujosamente encuadernado.Ante la mirada curiosa de Lourdes, por primera vez Clara rió de buena gana.
_”Experimentos”, de Catalina Sforza. Este ejemplar me lo trajo de contrabando uno de mis primos. Acá encontramos recetas de cosmética y perfumería, escritos sobre maquillaje....Es una joya para cualquier mujer. 
_¿Quién es Catalina Sforza?_Lourdes estaba encantada con el tema.
_¡Uy! Catalina fue una de las damas más famosas de su época,allá por el 1480. Se la acusó de estar implicada en el asesinato de su marido. Ella, entonces, se acuarteló en su castillo para enfrentar el ataque de los aliados de su esposo quienes habían capturado a sus hijos y amenazaban matarlos si ella no se rendía. Cuenta la leyenda que Catalina desde la muralla del castillo se levantó la falda y señalando su vulva pronunció:”Tengo el instrumento para hacer otros”. Con ese gesto sorprendió a los asaltantes que levantaron el asedio.
_¡Qué historia fascinante! Así que además de defender como una leona sus posesiones y su verdad,fue escritora.
_Era muy hermosa y de sangre caliente.¡Tuvo muchísimos amantes!_Clara lo contó sonrojada pero divertida.
_¿Qué secretos esconde ese libro?_Lourdes estaba interesadísima y Clara disfrutaba transmitiéndole la información que poseía sobre maquillajes y perfumes.
Clara comenzó a hojear el libro y se detuvo en un párrafo.
_”El ideal de belleza consiste en tener un cuerpo de formas muy curvadas,la frente alta y despejada, sin apenas cejas y la piel blanquecina. Sinónimo de buen gusto es tener el cabello rubio”, según Catalina usted tiene buen gusto Lourdes. Su cabello es magnífico_ambas rieron como chiquillas desprejuiciadas.
_Sigo...Escuche lo que hacen las mujeres venecianas para tener el cabello dorado,”para conseguirlo se debe teñir el pelo con lociones compuestas de flores de azafrán y sulfuro.Luego sentarse bajo el sol cálido del verano para fijar la tintura”.
_¡Qué sacrificio!..¿.Menciona algo referido a los perfumes?
_”Es recomendable hacer uso de extractos de almizcle, sándalo y mirra para encender la pasión en el juego amoroso. Para las románticas se recomienda aceites esenciales de jazmín, rosa, lavanda y violeta”.
Con un suspiro, Clara cerró de un golpe el libro.
_Gracias Lourdes por esta tarde maravillosa. Hace tiempo que no comparto con una amiga mis sentimientos...y mis secretos de belleza_Clara volvió a reír.
_Me gusta verla sonreír. Si me permite un consejo...no se encierre en su dolor. Deje que la vida, que es generosa,la sorprenda regalándole la sabiduría para entender el por qué de los acontecimientos y quizá...un nuevo amor.
Clara se secó con premura las lágrimas que se le escaparon.Entusiasmadas continuaron leyendo los secretos de Catalina hasta la hora de la cena.
Cuando se despidieron, Lourdes y Clara se consideraban amigas íntimas porque a pesar del poco tiempo que compartieron, las dos estaban unidas por amar a hombres valientes, fogosos y fieles.
Sinsacate, al norte de Córdoba, era su próximo destino. Cabalgaron serenos. Su estancia en la casa de los Oliva los había relajado, insuflándoles optimismo.
Lourdes todavía no se animaba a confesarle su embarazo a Rafael. Temía que la dejara con una de las familias conocidas pensando que el sacrificado viaje podría perjudicar a la criatura.Mejor era seguir callando. 
Por el “Camino Real”, que llevaba al Alto Perú, llegaron por Sinsacate sin inconvenientes.
_¿Ves esa capilla, Lourdes?..a la izquierda de la plaza, ¿la ves? Ahí velaron a Facundo Quiroga.
Lourdes permaneció en silencio. Estaba agotada, tenía naúseas y el calor la agobiaba.”Agua fría, helada”, se repetía deseosa de alcanzar la casa de maría Teresa, la hermana de Lorenza que vivía en Tulumba.
Agradeció al Cielo la brisa fresca que de repente se levantó.
Tomaron por un bosque de algarrobos, quebrachos y talas. Las breas florecidas le imprimían color al paisaje que los saludaba en todo su esplendor.
Rafael al notar el decaimiento de Lourdes, le señaló el pueblo que se divisaba frente a ellos entre unas pequeñas sierras que cortaban la llanura que hasta entonces habían recorrido.
_Amor, ahí está Tulumba. Falta poco.
“Dios mío, quiero llegar, mis fuerzas se acaban”, pensó.
Las campanas de la iglesia los recibieron dando el angelus. Por las estrechas callecitas se dirigieron al norte del pueblo, según les había indicado Lorenza, tratando de localizar un paredón encalado con un portón de rejas en forma de arco.
No tardaron en ubicarlo. Ni bien desmontaron un negro corpulento de franca sonrisa que mostraba sus grandes dientes blancos los recibió al tiempo que se llevó a Moro y a las dos yeguas para refrescarlas. Mientras tanto una mulata regordeta, vestido con colores estridentes los guió a la sala. María Teresa se mostró encantada de hospedarlos.
_Me alegra que estén entre nosotros. Pero no quiero ser cargosa dándoles charla. Se los ve muy cansados, especialmente vos, muchacha.Los acompaño a su cuarto. ¡Lucila! preparales una colación y calentá agua para que se den un baño.¿Están de acuerdo?
_Muchas gracias, doña María Teresa, es usted muy amable_Rafael estaba impresionado con esa mujer activa y dicharachera.
_La verdad es que estoy destruida. Sueño con una cama y una frasca de agua bien pero bien fría.
_Sí, niña todo eso estará a tu disposición. ¿Me siguen?
Atravesaron una galería elogiando los frisos de cerámica brillante que adornaban sus paredes.
La habitación era amplia y luminosa. Los árboles frutales que rodeaban la casa la perfumaban con un aroma dulzón. Desde allí se escuchaba con claridad el murmullo de las aguas del arroyo que corría a uno  metros de la propiedad y que atravesaba el pueblo.”Espero que estén cómodos”, y con esas palabras los dejó.
_Estás muy silenciosa Lourdes, ¿qué te pasa? No me digas “nada” porque te conozco y sé que algo anda mal.
_Estoy embarazada_se lo dijo abruptamente, sin rodeos.
_Pero...pero...¿de cuánto tiempo?_Rafael lo sospechaba y en ese momento no sabia si enojarse o tomarla entre sus brazos y asfixiarlo con sus besos.
_Tres meses. No quise decírtelo por temor a que me dejaras por lo riesgoso del viaje.
_¿Estás loca?¿cómo iba a hacer semejante cosa? Dejarte con mi hijo...nunca. Mi amor que feliz me haces...
_¿En serio Rafa?¿no estás enojado por ocultártelo?
_Un poquito...sí. Ahora que llevás a nuestro hijo tengo que cuidarte mucho más. El viaje va a ser más lento.
_No, Rafa, sigamos como lo planeamos. Si me siento mal prometo avisarte enseguida. Hasta no llegar a Bolivia la sombra de Cuitiño va a estar siempre amenazándonos.
_Lo importante es que estés tranquila por el bien del niño….o niña. Nadie les hará daño.
Ni el calor, ni la fatiga ni el malestar de Lourdes pudieron contra la pasión que se desató entre ellos.
Una nueva esperanza germinaba dentro de Lourdes, fruto de un amor acrisolado, cargado de ilusiones y sueños de libertad.
Con María Teresa y Froilán, su marido, pasaron más días de lo previsto. Rafael quería que su mujer recuperara fuerzas . Ella protestó pero Rafael se mantuvo firme en su decisión.
Su estadía en Tulumba fue un oasis que les deparó una dosis de placer en medio de tantas preocupaciones y temores.
María Teresa, enterada del embarazo, atiborró a Lourdes de quesillos de cabra endulzados con miel de caña. Se empecinó en engordar a la joven. ”Sos puro huesos, criatura. ¿De qué se va a alimentar tu hijo? Comé, comé”. El color volvió a las mejillas de Lourdes y hasta las molestas naúseas matutinas fueron desapareciendo.
Rafael, por su parte, casi todas las mañanas, luego de un suculento desayuno, salía con Froilán a cazar. Retornaban antes del mediodía orgullosos con sus presas.
El guiso de liebre enloquecía a Lourdes y Rafael aprovechó la ocasión para darles caza y traérselas a la cocinera que se esmeraba en cocinarlas junto a una nutritiva variedad de hortalizas.
Lamentablemente la tregua concluyó y agradecidos se despidieron del matrimonio que tan generosamente los acogió.





domingo, 3 de mayo de 2015

Camino de Sangre y ... Rosas Caps del 15 al 18

                                                                        15


Toda cubierta de sangre
Aquella infeliz cautiva,
Tenía dende abajo arriba
La marca de los lazazos_
Sus trapos hechos pedazos
Mostraban la carne viva.
                                              Martín Fierro, José Hernández


Tina buscó a Lourdes por toda la casa.”¿Dónde se habrá metido esa criatura?”Se le ocurrió entonces buscar en la habitación de Consuelo.Acertó. La puerta estaba sin llave.La encontró ovillada en la cama sosteniendo contra su pecho la muñeca de porcelana de su madre.
Tenía los ojos cerrados, pero no dormía; el pelo, suelto, le cubría la espalda y los brazos como si fuera una mantilla dorada.Su respiración era acompasada. De vez en cuando se le desprendía una lágrima que secaba con el dorso de su mano.
Tina se acercó silenciosamente.
_Lourdes, querida, tenés que comer_le acarició la cabeza con cariño. Estaba preocupada, desde que Lourdes les había contado a doña Mercedes y a ella la traición de Rafael no volvió a hablar y apenas se alimentaba.
Lentamente Lourdes abrió sus enormes ojos verdes anegados de lágrimas.
_Basta de llorar.No soy tu madre pero te quiero como si lo fuera. Consuelo fue mi única amiga,la amiga que me contuvo en el momento más amargo de mi vida. Su inmenso dolor no fue impedimento para que me consolara y me diera fuerzas para seguir adelante. Recuerdo que siempre me decía: ”Por muy larga que sea la tormenta,el sol vuelve a brillar entre las nubes”. Había leído esa frase en uno de los libros que le enviaba doña Mercedes y la había adoptado como lema de vida.
_Rafael destruyó el amor que sentía por él.
_No digas eso Lourdes.Vos misma me dijiste que él cambió de vida por vos.
_Sí,pero no confío en mí,me pagó con engaños...
_Tuvo miedo,supuso que no lo comprenderías.
_Supuso mal.
_No seas tajante Lourdes, quizá ahora esté arriesgando su vida por salvar a don Lorenzo.El te lo prometió.
_¿Por qué lo defendes tanto?Es un mentiroso y lo odio...
Lourdes estalló en un llanto descontrolado. Tina, sentada a su lado,la abrazó con ternura.
_Mi niña,mi niña linda,no sufras. Todo se va a arreglar. Como decía tu mamá,hay que tener esperanza porque aunque se frustre,tener esperanza es en sí una dicha.
_¿Quisiste mucho a mi madre,no?
_Muchísimo.Antes de morir me hizo prometer que siempre te protegería.
_Tina, nunca me contaste tu historia.¿Por qué entraste al Convento?
_Si contarte mi historia hace que cambies de ánimo y me regales una sonrisa,te la voy a confiar.Antes come algo. Mirá, Tomasa te preparó estas jugosas empanadas de carne y una deliciosa mazamorra con canela.
Tina la ayudó a acomodarse en la cama.Le puso unos almohadones de terciopelo azul en la espalda y le acercó una bandeja de plata con el refrigerio.
_Mamá, en su diario.me reveló que tu historia es muy triste, así que si te hace mal recordar...
_Shhh...Deseo contártela porque es una forma de renovar mi esperanza.
Lourdes extendió su mano izquierda para quitar el mantelito de lino rosa que cubría el plato de empanadas. El brillo de su anillo de compromiso paralizó el corazón de Tina.
_Lourdes... ¿y ese anillo?_sintió su boca pastosa por la impresión.
_¿Te gusta?Me lo regaló Rafael. Le perteneció a su madre. No sé porque lo sigo usando todavía_amagó sacárselo. Tina la detuvo.
_No lo hagas, ese anillo es el símbolo de su amor...¿Cómo murió su madre?
_En realidad no murió. Cuitiño supone que se la llevaron cautiva los indios que los atacaron a ella y a su marido.
La habitación comenzó a girar, sintió que caía en un precipicio y que nadie la sostenía.Respiraba con dificultad.
_¡Tina!, ¡que te pasa! Estás blanca como un papel. ¡Tina!
Lourdes corrió a su tocador en busca de sales. Se las pasó por las fosas nasales haciéndola reaccionar.
_Tina me asustaste, ¿qué te pasó?_tartamudeó
_Lo vas a entender cuando me escuches. Sentate a mi lado y dame las manos,querida.
Y así, tomadas de la mano, Tina empezó su narración.
“Allá por el año veinte Pedro, mi marido, recibió la propuesta de trabajo que siempre soñó. El era maestro y daba clases en un rancho en el pueblito en el que vivíamos con mis padres. Poco después de casarnos la escuelita se cerró porque los niños asistían cada vez menos. Debían quedarse en sus casas para ayudar en las tareas del campo o para cuidar a sus hermanos menores mientras sus padres salían a sembrar o a cosechar.
Entonces no tuvo más remedio que dedicarse a la alfarería. Le gustaba modelar la tierra arcillosa, pero enseñar...amaba enseñar.
Recuerdo que se levantaba con el canto del gallo para preparar los materiales que necesitaba para la confección de ollas, fuentes y platos que le encargaban nuestros vecinos.
En la última Navidad que festejamos en familia me regaló un "nacimiento" bellísimo que también pintó él mismo.
Una vez al mes había una feria a la que venían compradores de varios pueblos vecinos.Su puesto era el más visitado.Vasijas de barro, cucharas, empuñaduras de cuchillos y cabos de rebenques hechos de hueso tallado, los vendía como agua.
Económicamente nos iba bastante bien. Yo era dichosa, sobre todo cuando descubrí que estaba embarazada.
Pedro nunca se quejaba de su oficio, pero no era feliz.
Por una amiga de mi madre, que tenía a su hija mayor viviendo en Santa Magdalena, provincia de Córdoba, me enteré que se necesitaba un maestro para una escuela recién inaugurada.
Sin comentárselo a Pedro escribí al municipio postulándolo. La respuesta tardó pero cuando la recibimos ¡qué grande fue nuestra alegría!. Fue la primera vez que vi llorar a Pedro.
La semana siguiente nació nuestro hijo. Lo llamamos Miguel, como mi abuelo materno. Y esa fue la segunda vez que Pedro lloró
Cuando me recuperé del parto empezamos a preparar el viaje. Todo el pueblo colaboró.Pedro era muy querido.
Don Cosme, el curandero, nos prestó su carreta tirada por dos bueyes viejos pero robustos;mi madre me regaló una vajilla nueva y un juego de cubiertos de plata,todo un lujo;don Roque,el pulpero,nos obsequió un baúl de quebracho en donde Pedro guardó sus preciados libros. Era un apasionado de la lectura mi Pedro.
Las amigas de mi mamá nos prepararon tres cajas de provisiones: quesos, embutidos, carne salada, hogazas de pan y verduras de sus huertas.
Por fin llegó el día esperado y partimos jubilosos.
Pedro y yo viajábamos en el pescante, Miguel iba atrás, cómodo en su canasta.
A los pocos días de iniciada nuestra travesía sucedió lo inesperado, una fatalidad que cambió nuestro destino. Un malón. Pronunciar la palabra me da escalofríos. Ay, Lourdes, fue desesperante. No supe que hacer. Pedro intentó defendernos, pero antes de apuntar con su trabuco un indio de aspecto feroz lo hirió de muerte con una flecha y lo remató con la lanza. En ese momento creo que me desvanecí porque no me acuerdo de nada más.
Cuando volví en mí estaba en una toldería. Enloquecí. ¡Mi hijo!.¡Mi marido! Recé para que mataran a mí también.Pero no, mi suerte fue peor que la muerte.
El indio que me capturó me hizo su mujer con brutalidad. Me dio asco, repugnancia. Mi piel se erizaba cada vez que se me acercaba y apoyaba sus manos toscas sobre mí. Las noches eran mi peor tormento. Llegaba al toldo borracho y me sometía con violencia. Al principio me resistí, pero al darme cuenta que era en vano me mantuve pasiva permitiéndole que descargara en mí todo su apetito sexual. ¡Dios mío,cómo lo odié! Rezaba con ardor para que muriera.
Sus otras mujeres, dos ranqueles y una blanca cautiva desde niña,me maltrataban por celos.Cuando iba al monte a recoger leña me esperaban agazapadas detrás de algún caldén y me mataban a golpes.
A mi cargo tenía las tareas más pesadas, además de acarrear agua y leña.Era mi responsabilidad cuidar del ganado soportando el sol ardiente o el frío que calaba los huesos.Me obligaron a participar del curtido de cueros.Algo asqueroso.Mis manos estaban tan lastimadas que por un tiempo perdí el sentido del tacto.
Quedé embarazada tres veces y las tres veces el bebé nació muerto. Pincén, mi captor, me acusó de estar maldita y nunca más me tocó.No me regaló ni me vendió porque como sirvienta le rendía.
Ante el rechazo de Pincén, las otras mujeres se volvieron mis amigas. El alivio me duró poco.
Una mañana un grito desgarró el descanso del aduar anunciando la peste, la viruela, el azote del Cielo,como la llamaban los indios.
El cacique Yanquetruz, sus capitanejos y la machi se reunieron en asamblea. Al concluir quedé perpleja con el resultado.La curandera vino directamente a mí y me escupió. Luego empezó a recitar un discurso violento en quechua que no entendí ya que apenas manejaba la lengua de esos salvajes.
Una cautiva,desde hacía años,se me acercó y me la traducción al oído.Se me expulsaba de la toldería por estar maldita.Yo era la causante de traer la viruela al campamento.Mi útero,incapaz de dar vida,me señalaba como hija de Mandinga.La vieja desdentada lanzó sobre mí una maldición:”Ikumi ususi sapay urqu saxsay”,”mujer,hija del demonio,que el monte te devore hasta hartarse”.
Antes del amanecer abandoné la población sin agua,sin alimentos,sin caballo.Era una condena a muerte,sin embargo me respiré libertad.
No sé cuánto tiempo caminé, los pies descalzos sangraban.Los labios los tenía secos y agrietados.La garganta se me cerraba.¡Tenía tanta sed!
Por las noches dormía acurrucada,tiritando,debajo de algún espinillo y durante el día caminaba,caminaba sin dirección,sin fuerzas,impulsada por las ansias de sobrevivir para buscar a mi hijito.Mi corazón me decía que no había muerto.Tenía que vivir para encontrarlo.Esa esperanza me mantuvo con vida,mi hijo me daba fuerzas para seguir luchando.
Una tarde,eso creo porque hasta la noción del tiempo perdí,creí soñar que alguien derramaba agua fresca sobre mi boca.¡Tan fresca! que por mi afán de beberla casi me ahogo.Empecé a toser y al abrir los ojos supe que no era una ilusión.Estaba rodeada por rostros que me observaban con curiosidad. Angeles, pensé, muy feos eso sí ;pero no eran soldados.Uno de ellos me sostenía la cabeza y me daba de beber.De a poco me fui despabilando.Recuperada les conté mi historia y ellos,solidarios,se ofrecieron a llevarme nuevamente a la civilización.Pertenecían a una de las milicias organizadas por ese entonces estanciero Juan Manuel de Rosas,en defensa de los campos contra las incursiones de los indios.
Uno de los oficiales, Vicente González, tenía una hermana monja en el Convento de las Catalinas y me propuso llevarme allá.Accedí agradecida.En el estado en que me encontraba no deseaba volver con mi familia.
Las monjas me recibieron con reticencia pero como estaba bajo el ala del comandante González me aceptaron como donada, una especie de sirvienta.
No podía pedir más.Tenía cama y comida.La pesadilla había quedado atrás.Mi plan era quedarme en el Convento hasta recuperar las fuerzas para poder comenzar la búsqueda de mi hijo.Las monjas me prohibieron partir.De ser cautiva de los indios pasé a ser cautiva de las esposas frustradas de Cristo.
Y cuando menos lo imaginé apareció el verdadero ángel que me abrió las puertas del infierno en el que vivía, vos Lourdes.
Al fallecer Consuelo mandaron a buscar a doña Mercedes.¡Que buena mujer!pensé cuando la ví.Te tomó en sus brazos y te besó con tanto amor que me partió el alma.Me miró y con resolución me dijo:”Vamos Tina, Lourdes y yo te necesitamos.Dejemos este nido de urracas”.
Esa noche velamos a Consuelo y a don Alonso, padre e hija reconciliados por la muerte.Principio y fin entrelazados en esta trama singular que es la existencia del hombre.
Y cuando pensé que mi búsqueda estaba perdida apareces vos con ese anillo...”
_Tina, me dejas sin palabras.¡Qué historia!_Lourdes estaba impresionada.Jamás sospechó que Tina hubiera padecido tanto.¡Qué necia era!Su desdicha era insignificante frente al relato de Tina,_¿pero qué tiene que ver mi anillo?
_Ese anillo me lo regaló Pedro cuando nos casamos.Lo llevaba él en una bolsita de cuero dentro de su camisa cuando emprendimos el viaje a Santa Magdalena.”Acá va a estar más seguro, mi amor.”Me dijo.Temía que salteadores del camino nos robaran y que por anillo me lastimaran.
_¡Tina,todo coincide!
_Sí Lourdes, Rafael es Miguel, mi hijo.
_¡Qué descubrimiento!,no lo puedo creer.
_Mi corazón de madre siempre se inclinó por él.No es mala persona, Lourdes, perdonalo.Estoy segura que te quiere de verdad y si te hizo sufrir fue por cobardía.Confia en mí, no me equivoco.
_Tina...
_No dudes, basta de huirle a la felicidad.Rafael es tu felicidad y la felicidad de los dos el la mía.Sólo hay una sombra que oscurece mi dicha: le debo la vida de mi hijo al sanguinario Ciriaco Cuitiño que ahora amenaza con destruirlo.


                                                                      16


Mi gloria es vivir tan libre
como pájaro del cielo,
no hago nido en este suelo
ande hay tanto sufrir
y naides me ha de seguir
cuando yo remonte el vuelo.
                                                           Martín Fierro, José Hernández



Salió al galope muy temprano esa mañana, de Buenos Aires a Santos Lugares.
Tenía su mirada fija en el camino, pero su mente repasaba una y otra vez el plan de fuga.
Todo se dio mejor de lo calculado.El día posterior a su llegada, Cuitiño mantuvo con él una conversación trascendental para llevar a cabo su cometido.
_Rafael acerquese a Santos Lugares con esta orden para Reyes_le dijo alcanzándole un sobre lacrado.
_Puedo saber de que se trata.
_El fusilamiento de Lorenzo Escalante. Quiero terminar de una vez por todas con este asunto.
Rafael se quedó de una pieza. Era justo lo que necesitaba.
_Mañana mismo salgo para allá.
Esa tarde se apersonó en el cuartel de Montserrat aprovechando que Cuitiño estaba en cama con un fuerte ataque de cólicos.El doctor Alcorta lo asistió con la ayuda de su esposa,que lucía una palidez sepulcral por el susto provocado al ser requeridos por la Mazorca.Cuando se convencieron que no estaban en peligro y recobrada la calma,el doctor lo trató con cataplasmas y le recetó una tisana de romero y melisa. Debía hacer reposo hasta recuperarse totalmente para que no se repitiera el cuadro.
Rafael encontró a Goyo jugando a las naipes con otros dos mazorqueros.Interrumpiron bruscamente el truco al verlo.
_Don Rafael,¿qué lo trae por acá?
_Por casualidad ¿no sabes quien está de guardia en La Crujía?
_Me parece que el Camilo Santibañez.La otra noche me lo encontré en la pulpería “El pobre diablo”.¡Flor de tranca tenía!
_¿Quién es el oficial que tiene a su cargo la vigilancia de los corrales?_preguntó interesado aceptando un cimarrón que le ofrecía Goyo.
_El pardo Miguel Rosas.Y ¿qué pasa con el Coronel que no vino hoy?
_Los cólicos, Goyo, los cólicos; pero ya está mejor.La tisana que le recomendó el doctor Alcorta resultó efectiva.A propósito el padrino necesita verte .Cuando te desocupes de tus obligaciones date una vuelta por casa.
Frotándose las manos con satisfacción por el resultado de sus averiguaciones emprendió el regreso.”Así que Camilo es el guardia nocturno,¡qué pegada!”
Camilo Santibañez era un paisano bonachón que para no terminar en la frontera matando indios se enlistó en la Mazorca. En varias ocasiones mantuvieron conversaciones amenas, sobre todo cuando estaban regadas con una buena ginebra.En una de esas oportunidades le contó sus desgracias.
Camilo solía frecuentar el Hueco de Cabecitas,una hondonada poco agradable para transitar.El lugar le debía su nombre a las cabezas de ganado faenado que eran allí descargadas.Esta zona de cuchilleros,prostitutas y ladrones,rodeada por reñideros de gallos,casa de juego y pulperías,fue el escenario de tremendos duelos a pesar de que estos lances estaban prohibidos.
El susodicho era un apasionado de las riñas de gallos.Ni bien juntaba unos cobres aparecía en el reñidero, un verdadero teatro en el que se exhibía sobre un gran tablero las leyes de la guerra gallesca.
Los gallos, preparados para la lucha con un estricto régimen, esperaban su turno para combatir en impresionantes jaulas de cañas.
Esa noche Camilo eligió uno de plumaje colorado y negro.Tenía el pálpito que iba a duplicar su dinero apostándole al” gallo fiero de espuelas postizas de plata,de buen peso y tamaño”.Así que no sólo jugó sus ahorros sino también la suma que pidió prestada para alambrar su rancho al mazorquero Alen. Su presentimiento falló y lo perdió todo.Su gallo fue herido seriamente por su contrincante y escapó de la arena.Los gauchos apostadores comenzaron a desternillarse de risa por la cobardía del gallo.Camilo, enfurecido ,desapareció del lugar entre abucheos.
Lo trágico fue que al no poder devolver el préstamo, Alen casi lo raja al medio con el facón de no mediar Rafael enterado de la deuda y de la desesperación de Camilo.
Como ese día Alen estaba de buen humor le perdonó la vida dándole a elegir entre prestar armas en la frontera o incorporarse en la Mazorca.Además Rafael tuvo que saldar la deuda para evitar futuros enfrentamientos.
“Camilo me va a ayudar, estoy seguro”.
Cuando divisó los montes de tala y sauces que rodeaba el cuartel de Santos Lugares respiró profundo para calmar la tensión de sus músculos.Tenía el corazón desbocado por la ansiedad y la incertidumbre.¿Con qué se encontraría?,¿Reyes le creería?.Para colmo de males estaba en el cuartel el desconfiado de Santa Coloma.
Cambió el galope de Moro por un trote sosegado.El portón de rejas estaba abierto.Cuando desmotó en el patio se le acercó un soldado con un fusil al hombro.
_Traigo una orden del Gobernador para el Comandante Reyes.
_Acompáñeme, está en su oficina.
Rafael le dio las riendas de Moro a un muchachito harapiento que esperaba a su espalda y luego siguió al soldado.
_Lo buscan mi Comandante.
_Pero si sos vos Rafael y ¿tu padrino?, lo esperaba a él.
_Hubiese querido venir pero sufrió un ataque de cólicos que lo dejó muy débil,así que me mandó a mí en su nombre.
Rafael le alcanzó la orden lacrada.Reyes la abrió resuelto.
_Dice “fusílese”, pero no está rubricada por su Excelencia.
_Es un detalle sin importancia,¿no Comandante Reyes?.
_Espero que tu padrino no me meta en un lío que me cueste la cabeza.
_Nadie se va a enterar.Antes de la ejecución me gustaría cruzar unas palabras con Escalante, si usted me lo permite, claro.
_Por mí no hay problema,¿para qué queres hablar con él?.
_Un último intento para que me revele los integrantes del Club de los Cinco.
_Me parece al pedo, pero probá suerte,a lo mejor...
_.Este favor va a tener su recompensa,se lo aseguro.Presencio el fusilamiento y mañana de madrugada salgo para Buenos Aires.Así que si no lo veo,gracias por todo mi Comandante.
Se dieron un apretón de manos y Reyes fue hasta la puerta.
_¡Saturnino!¡Saturnino!_se presentó el mismo soldado que lo había guiado hasta la oficina_Llevalo a lo corrales_y dirigiéndose a Rafael le confirmó_Allá está Escalante,espero que todavía vivo._Lanzó una carcajada con aliento a ajo y a vino picado que asqueó a Rafael.
Caminó detrás de Saturnino.”¿Confiará en mí don Lorenzo? Por su bien espero que sÍ”.
Cruzaron nuevamente el patio y salieron hacia el campo atravesando el arco de ladrillos que coronaba la entrada del cuartel,sobre el que había una pequeña espadaña que en otro tiempo albergó dos campanas.Santos Lugares fue una abadía que Rosas expropió a los franciscanos convirtiéndola en una prisión,central de torturas.
Enfilaron a paso rápido con dirección al monte.Al llegar el sol estaba en su cénit.Vio a los prisioneros en el corral, parecían animales porque eran tratados como tales.Uno de ellos estaba rodeado por tres soldados que le calaban los costados y la espalda con las bayonetas.Miguel Rosas, el oficial de mas alto rango, esperaba impaciente su turno para rematarlo con un garrote de tala.
Cuando Rafael alcanzó el corral,el prisionero acorralado por los soldados estaba en el suelo con una aureola de sangre alrededor de su cabeza abierta por los golpes recibidos.A Rafael se le revolvió el estómago pero consiguió disimular con una sonrisa socarrona la impotencia ante semejante barbarie.
_¡Qué se quedan mirando como idiotas!¡A trabajar mierdas!_los fustigó el pardo Miguel.
_¿Miguel Rosas?_se adelantó Rafael_Mi nombre es Rafael Cuitiño y tengo autorización del Comandante Reyes para hablar un momento con Escalante.
_Búsquelo usted mesmo_la respuesta fue seca y después de mirarlo de arriba abajo se perdió entre los presos, hostigándolos.
Lorenzo observó a su alrededor.Los hombres pasaban delante de él en fila india, cabizbajos, muchos llorando en silencio.Entonces Rafael lo vio.Maltrecho, con cortaduras, arañazos y picaduras, el rostro magullado, la ropa maloliente.Tenía las manos sucias, los nudillos despellejados, le faltaban algunas uñas por usarlas como instrumento para escarbar la tierra y de ese modo extraer las raíces de los árboles.
_¡Lorenzo Escalante!-gritó
Lorenzo estiró el cuello y miró para todos lados.¡Cuánto tiempo hacía que no era llamado por su nombre sino por apelativos soeces!
Cuando sus miradas se cruzaron supo que su muerte era un hecho.
_Venga, necesito hablar con usted antes de que lo fusilen_quiso que todos lo escucharan.
Lorenzo sintió que se le aflojaban las piernas.”Por fin se termina este suplicio”, pensó agradecido.
Mientras los demás se alejaban Rafael retuvo a Lorenzo en la puerta del corral.
_Escúcheme con atención don Lorenzo. Voy a sacarlo de este infierno,se lo prometí a su sobrina y pienso cumplir.
-¿Por qué me engaña? Yo sé quien es usted, un asesino, un embustero,un bárbaro antropófago como su padrino_dicho ésto tuvo un ataque de tos intenso.
“Tanto tiempo a la intemperie debilitó sus pulmones”, se preocupó Rafael.
_No tengo tiempo para discutir con usted, Escúcheme, dentro de unas horas lo van a llevar al patio del cuartel para fusilarlo.Póngase en el segundo grupo.Cuando le ordenen tirar los cadáveres en el zanjón tírese dentro y tápese con los cuerpos.Bien entrada la noche lo busco y nos fugamos.
_¡Cómo si fuera tan fácil!Los guardias no nos sacan los ojos de encima.
_Lo tengo resuelto.Cuando trasladen los muertos a la zanja voy a provocar una distracción.
Un amigo se va a escabullir furtivamente en el corral de los caballos y los va a espantar provocando una estampida.Usted aprovecha la confusión y sigue mis instrucciones.
_Está bien, no tengo nada que perder.Mi suerte ya está echada.
_No sea terco don Lorenzo y confíe en mí.
Si decir otra cosa, lo dejó y volvió al cuartel.
Su próximo paso era hallar a Camilo y exponerle su plan.
Lo encontró durmiendo a “pata suelta” en una de las dependencias del cuartel.
_¡Camilo!¡Camilo!
_¿Qué pasa?Sí,sí,mi sargento,enseguida me presento en mi puesto...
_No,Camilo.Soy Rafael y todavía es muy temprano para tu turno de guardia.
_¿Es usted  don Rafael?_parpadeó sorprendido_¡qué alegría verlo!
_Camilo, necesito que me des una mano pero si lo hacés te vas a meter en un asunto peligroso.
_Cuente conmigo para lo que sea.Santa Coloma me hubiera mandado pa’ el otro mundo si usted no se metía.
-Olvidate de eso_Rafael le palmeó la espalda fraternalmente.
_Desembuche de una vez don.
_A un amigo lo tienen en los corrales y me propongo liberarlo hoy mismo.
_¡A la mierda!,mire que es corajudo...y yo que pito toco.
_Vos estás de guardia en los corrales esta noche,¿no?_Camilo asintió y Rafael continuó_Pasada la media noche me voy a arrimar al zanjón para sacar a mi amigo..
_¿Y pa’ qué quiere un finao?_preguntó confundido rascándose la cabeza.
_No está muerto,va a fingir estarlo.Tu misión es espantar los caballos que están en el corral vecino a la zanja de los cadáveres después del fusilamiento del primer grupo y hacer la vista gorda esta noche cuando escapemos.
_¡Qué lo parió!,que manera de jugarnos el cuero.
_¿Tenés miedo Camilo?Sé que te estoy pidiendo mucho,así que si no querés comprometerte...
_No diga eso,don Rafael,seré un cobarde pero le prometo que le voy a poner huevos a su pedido_afirmó “agrandado como galleta en el agua”.
_Gracias Camilo.Ahora me siento más seguro. Preparate, falta poco para que comiencen los fusilamientos.
Antes de salir del cuarto, Rafael se cercioró de que no hubiera alguien vigilándolo.Todo tranquilo.Pasó, entonces, por la cocina.Se tomó un café fuerte y amargo.Y.antes de enfrentarse a los acontecimientos riesgosos que tenía por delante, le pegó un beso a una botella de ginebra para darse coraje.
Al llegar al patio ya estaban contra el paredón el primer grupo de mártires.Se paró junto al oficial que lideraba a los soldados que tenían la orden de disparar.Disimuladamente buscó con la mirada a Lorenzo.”Qué alivio, consiguió colarse en el segundo grupo”.
“¡Fuego!”La explosión de los proyectiles golpeó los sentidos de Lorenzo y Rafael.
“Dios mío no me abandones”, rezó el condenado a muerte.
“Camilo no me falles”, imploró el libertador.
Lo que siguió fue un relámpago de sucesos. Lorenzo se acercó al paredón y con la poca fuerza que le quedaba, arrastró uno de los cuerpos dejando una estela roja hasta el zanjón.En ese instante una estampida desató el caos. Rafael vio como los mazorqueros intentaban controlarlos con malos resultados.De repente alguien asumió la dirección del arreo,provisto de un lazo dominó al tordillo que acaudillaba la manada consiguiendo controlar la situación.
“¿Y Lorenzo?,¿dónde está Lorenzo?”.El segundo grupo estaba contra el paredón con los ojos vendados, las manos atadas.”¡Fuego!”
“¡Lo logró, lo logramos!”, pensó fuera de sí por la satisfacción Rafael.
Llegada la noche Rafael abandonó la habitación con mucha cautela en medio de un concierto de ronquidos.Camilo, antes de tomar su puesto, le alistó a Moro y a un alazán, provistos de agua, charqui y yerba.Tomó las riendas de los dos caballos y sigilosamente rumbeó para el zanjón.
Se paralizó cuando escuchó un “¿quen vivore?”.Silencio.”¿Quen vivore?¡Carajo!”,repitió una voz pastosa por el alcohol.”¡Mierda!es Santa Coloma”, maldijo Rafael
_Ahh pero si es el niño bien..._se le aproximó tambaleándose sosteniendo una botella de caña _¿por qué el apuro?¿o acaso está juyendo?
_Está borracho Santa Coloma. Me estoy yendo para estar bien temprano en Buenos Aires.Como usted bien sabe el padrino está enfermo y eso me preocupa
_Un día de estos te voy a arrancar la máscara de buenito que tenés y vamos a ver con que nos encontramos.A mí no me engañas como al iluso de Cuitiño. Vos andas en algo raro y yo lo voy a averiguar.¡Cuidate gusano!
Caminó tres pasos hacia adelante intentando sacar de su faja el cuchillo verijero para atacar a Rafael pero al tropezarse con una raíz de un tala, se cayó de “trompa”.
Rafael, facón en mano, comprobó que su atacante estaba desmayado.”El infeliz perdió el sentido por el pedo que tiene”se rió.Volvió sobre sus pasos y llamó a Lorenzo.
Camilo apareció asustado.Había presenciado de lejos el encontronazo entre Rafael y Santa Coloma.
_Volvé a tu puesto y no tengas miedo, éste con la mamúa que tiene mañana no se acuerda de nada.
Los cadáveres empezaron a moverse y una figura demacrada emergió en medio de ellos ofreciendo un espectáculo terrorífico.
_Por acá Lorenzo. Deme la mano. Vamos. Falto poco.
Lorenzo extendió el brazo y con el auxilio de Rafael salió de la fosa.Se arqueó por las naúseas y vomitó bilis.Al recuperarse montó sobre el alazán y al trote se alejaron del monte de los suplicios.Cuando ganaron cierta distancia galoparon con furia hacia la soñada libertad.

                                                          17


“Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.”
                                                                            Pablo Neruda



Hacía tiempo que no se la veía tan feliz y serena a doña Mercedes. Los desgraciados sucesos ocurridos en los últimos tiempos la habían sumergido en una profunda tristeza. Sin embargo ahora parecía que la vida de sus seres queridos tomaba un cauce seguro.
Lourdes, reconciliada con Rafael, Lorenzo a salvo en Montevideo.
Sentada a la sombra del naranjo familiar, recordó el semblante emocionado de Lourdes cuando recibió un mensaje de Rafael a través de Jacinto, el lechero.
Entre lágrimas y risas se lo leyó.”Lourdes: La única forma posible que se me ocurrió para comunicarnos es por Jacinto.Es un mulato de mi confianza,no nos va a traicionar.Te quiero con todo mi corazón,sos el aliento que me da vida.No quise engañarte ni mentirte,ojalá me perdones y me des otra oportunidad de demostrarte todo mi amor.Tranquila mi amor,ya sé como rescatar a tu tío,espero contar con la ayuda de uno de los soldados de Santos Lugares al que ayudé a saldar una deuda hace tiempo.Decile a tu abuela que en dos días a partir de hoy voy a estar con don Lorenzo en la casa del señor Atkinson,ubicada en la calle Los Tres Reyes.El se va a encargar de buscar los medios para proporcionarle una evasión segura.Una vez resuelto este problema,Jacinto te acercará otro mensaje proponiéndote el lugar,el día y la horapara vernos.Tuyo,Rafael.”
Desde ese momento doña Mercedes vivió sobre ascuas y Lourdes, entre la ensoñación y el temor.
Finalmente recibieron la noticia esperada:”Lourdes,doña Mercedes:Una pequeña balandra de nombre Julia,puso proa rumbo a Montevideo pasadas las dos de la madrugada a don Lorenzo sin contratiempos.El se encuentra bien a pesar de haber llegado a la casa de don Carlos Atkinson débil y con fiebre.Gracias al doctor Juan Antonio Fernández logró una pronta recuperación.Me siento feliz por haberte podido cumplir la promesa,Lourdes.Ahora necesito verte.¿Te parece mañana a la noche en la parte trasera de tu casa?Con amor,Rafael.”Un capítulo doloroso cerrado con una victoria sobre el tirano.Doña Mercedes podía respirar tranquila,su hermano estaba a salvo en la otra orilla.Seguramente nunca se enteraría del calvario sufrido por Lorenzo en Santos Lugares,pero algo ella se imaginaba provocándole ésto una angustia infinita.”Las circunstancias de la vida pueden derribarme pero no aniquilarme.El futuro se abre prometedor.Debo seguir en pié por Lourdes.”Este fue el pensamiento de doña Mercedes que como una jaculatoria repetía cada noche al acostarse y cada mañana al despertarse. 
Aguardó con impaciencia el encuentro de Lourdes con Rafael. Tina estaba desesperada por verlo y revelarle que era su madre.Deseaba abrazarlo,besarlo,expresarle su amor tantos años guardado La noche señalada llegó.Lourdes se paseaba nerviosa por el patio.”No viene, no viene... ¿le habrá pasado algo? ¿Cuitiño lo habrá descubierto?...ay Dios mío ayudanos.”En eso escuchó el trote de un caballo...el chirrido de la puerta de rejas.Era él,su Rafael.Sin pensar corrió hacia él y se arrojó en sus brazos.
“No es un sueño, estoy con ella”, se emocionó Rafael.
Después de besarse largamente Lourdes lo apartó para comprobar que no estuviese herido.
_¿Estás bien Rafael?Estaba tan preocupada...
_Estoy perfecto y tu tío Lorenzo también.Seguramente ya debe estar en la casa del General Lavalleja.
_Gracias es decirte poco.Arriesgaste tu vida al rescatarlo y ¡la seguís arriesgando!Si tu padrino llegara a sospechar de lo nuestro...
_Lo que hice lo hice por vos,para ser digno de tu perdón y de tu amor.
_Te perdono Rafa.Empecemos de nuevo sin mentiras, sin traiciones.
El fuego de la pasión los envolvió y ya nada tuvo importancia.Solo ellos dos, sin barreras que los separen, unidos como eslabones de una cadena por un amor incondicional.
Al pié del sauce llorón y protegidos por una cortina de ramas delgadas,se amaron con desesperación,sedientos de caricias y besos.
Más tarde, saciados, permanecieron uno muy junto al otro tratando de hacer eterno ese instante
_Que errada es la leyenda que se refiere al sauce como símbolo de la amargura.para mí hoy simboliza el reencuentro. Juro que nunca te voy a volver a decepcionar Lourdes.
Lourdes desperezándose le regaló una sonrisa que lo deslumbró.
_La abuela quiere hablarnos y Tina está ansiosa por verte.
_¿Tina?¿por qué?
_Ella te lo va a explicar_le contestó pícaramente
Doña Mercedes los esperaba en el salón comedor.Cómoda en uno de los sillones,se abanicaba con elegancia.Se regocijó al verlos entrar abrazados,el abanico de seda cayó sobre la tupida alfombra y sus manos atraparon las de la joven pareja.
_La tormenta pasó..._exclamó aliviada doña Mercedes
_Sí abuela, nada ni nadie nos va a separar.
_¡Así se habla!Vengan,siéntense aquí a mi lado.Tenemos que armar su huída.Cuitiño es un peligro latente Rafael,vos lo sabes muy bien.Voy a reunirme con Lorenza Reynafé y entre las dos vamos a confeccionar un itinerario de buenos Aires hasta Bolivia.El río está muy vigilado.Gracias a Dios Lorenzo consiguió escapar de las garras federales pero justamente hoy me notificaron que Rosas mandó reforzar la vigilancia en toda la costa .No podemos correr riesgos.Bolivia es lo más acertado.
_Estoy de acuerdo con usted_Rafael estaba impresionado del ímpetu de doña Mercedes, para él fue siempre una mujer frágil a la que se debía proteger.
_Como les decía de acá a Bolivia tengo contactos que los ayudarán en su huída.Podrán esconderse y descansar en sus casas.Con Lorenza vamos a trazarles una ruta de escape.
_¿Lorenza va a salir de su encierro?_Lourdes estaba sorprendida de la actitud de Lorenza Reynafé.Desde la ejecución de sus hermanos,acusados de asesinar a Facundo Quiroga,vivía encerrada en su casona de Buenos Aires.Sólo aceptaba la compañía de Pedro Caminos,su eterno enamorado,al que había renunciado para hacerse cargo de la administración de las propiedades de su familia al morir su padre.
Su círculo social la aisló debido al supuesto delito de sus hermanos, sólo Mercedes permaneció fiel a la amistad de esa mujer luchadora y poseedora de una gran pasión por la vida y por todo aquello que emprendía.
_Por supuesto.Mañana a la tardecita quedamos en tomar unos mates mientras aunamos ideas.Lorenza, más que nadie es consciente  de lo que significa la persecución y la injusticia.Lo vivió en carne propia.¡Está deseosa de cooperar!
_Abuela que sería de mí sin usted_Lourdes la abrazó gustando la dulzura de esa mujer que se hizo fuerte ante la calamidad
_Necesitarán pasaportes falsos.Son muchos los kilómetros que tendrán que recorrer y muchos los riesgos que tendrán que sortear.Pero eso también lo tengo resuelto.
_¿Cómo lo hizo?_Rafael estaba perplejo,”¿de dónde salió esta mujer?¡que fortaleza!,pensó atónito
_Me entrevisté con el General Prudencio  y no tiene inconvenientes en facilitármelos
_¿El hermano de Rosas?¿Por qué se arriesgó de esa manera?.
Mercedes, ruborizada, se rió con ganas.
_Con Prudencio nos conocemos desde la infancia.Fuimos “casi” novios, como me va a negar algo tan importante.Eso está hecho. 
_¡Ah...cielito! doña Mercedes me deja helado.Y yo ¿qué hago?
_Disimular. Sigale la corriente a su padrino, que no tenga la menor sospecha.Cuando el viaje esté listo Lourdes se lo hará saber a través del lechero.Será precavido que no se vuelvan a ver,lo siento pero es lo más sensato.
_Tiene razón doña Mercedes,se me rompe el alma pero es lo mejor para todos.Muchas gracias por su preocupación .
_Gracias a usted por salvar a mi hermano y por devolverle el brillo en los ojos a mi nieta.Espere un momento, Tina necesita hablar con usted.Los dejo, voy a descansar.
Mercedes fue hasta la cocina y le comunicó a Tina que Rafael la esperaba en la sala.Tina se quitó el delantal de tela basta y con el corazón en la boca se dirigió al encuentro de su hijo.
Cuando lo vio se quedó paralizada.No sabía qué decir o qué hacer.
_Buenas noches Tina.Me dice doña Mercedes que tiene algo importante que decirme.
_Mejor los dejo solos_Lourdes intentó escaparse.
_No Lourdes, quedate por favor_fueron las primeras palabras que pudo pronunciar.¿Cómo reaccionaría Rafael?,¿la rechazaría?,¿le creería?_Años atrás mi marido,mi hijito y yo fuimos atacados por un malón.Yo fui cautiva,a mi marido lo mataron y nunca más supe de mi niño hasta que el otro día Lourdes me mostró su alianza....era mi alianza...
_No puede ser...¿es verdad?...entonces usted es.....
_Tu madre_Tina se echó a llorar.Rafael fue a su encuentro y la apretó entre sus brazos_Sí, soy tu madre y después de tanto sufrimiento te encontré.
_¡Madre!,pensé que estaba muerta.Cuitiño me contó la historia,pero nunca supo que había pasado con usted.
Tina emocionada retrocedió en el tiempo desgranando poco a poco sus recuerdos, algunos felices, otros desgarradores, todos formando parte de una vida desconocida para Rafael.
El, mientras tanto,se alimentaba con voracidad de cada una de las palabras que nacían de la boca de su madre.
Lourdes, desde un rincón,los miraba complacida.Estaba convencida que el amor que la unía a Rafael estaba bendecido por el Cielo.Ese encuentro lo atestiguaba y la simiente que florecía en sus entrañas,también.

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“Se apoderaron de mí ideas de libertad, igualdad, seguridad, propiedad,
y sólo veía tiranos en los que se oponían a que el hombre fuese
adonde fuese, no disfrutase de unos derechos que Dios y la naturaleza
le habían concedido”
                                                                
                                                                                      Manuel Belgrano



El potente gong del reloj de pié que enjoyaba la sala dio las cinco de la tarde.Las amigas entrañables urdían el plan de escape de los enamorados.Se las veía relajadas, gozando con el proyecto que las unía.
Mercedes y Lorenza, dos mujeres marcadas por el sufrimiento pero empecinadas en continuar luchando por sus convicciones.Se juraron que ningún hombre jamás les volvería a imponer procederes de vida o atropellarlas con imposiciones, ellas eran independientes.
A pesar de rondar ambas los sesenta irradiaban belleza, vitalidad y una energía propia de una quinceañera. Sus ojos mantenían la chispa de una primavera eterna.y sus arrugas no delataban vejez sino sabiduría y experiencia.
Charlaban compenetradas tratando de armar un rompecabezas que tenía como resultado final la libertad.
Lola, callada, les cebaba mate con unas hojitas de menta y endulzados con miel.
_¿Qué sabes de mi tocayo,Mecha?_se interesó Lorenza con su característica voz gruesa y decidida.
_A salvo en Montevideo. Espero que pronto me pueda escribir.
_Sin duda, gracias a la red que tejió la Logia unitaria podemos saber de nuestros seres queridos que se vieron obligados a exiliarse_lo expresó con dolor, con nostalgia.
_¡Ay Lorenza!,basta de llorar,hiciste todo lo que pudiste por Francisco.El siguió el camino que creyó justo.Murió con hidalgía.Prefirió la muerte antes que entregarse al escarnio del enemigo
Sentite orgullosa por él Lorenza.
_Pero Mecha, cuando pienso que se arrojó a las aguas del Paraná y sin saber nadar... ¡que muerte! Odio a Rosas,¡como lo odio!Lo maldigo mil veces a él y a López que traicionó a mis hermanos abandonándolos a su suerte.
_Tranquila Lorenza, vas a ver como llegará el momento en que recibirán el castigo que se merecen.No pueden salir impunes después de causar tanta muerte....¡Lola!deja esos mates y tráenos ese licor de naranja que está en el aparador.Necesitamos algo fuerte.
_Si no hubiera sido por Pedro y por vos no sé que hubiera sido de mí.
_Pedro es un tesoro y te quiere incondicionalmente.Y ahora toma este licorcito que es una delicia, lo hizo Tomasa.¡Hum!ésto nos va a levantar el espíritu.
_Muy rico, muy rico, gracias Lola_ Lola sonrió más tranquila al ver a las dos mujeres que respetaba y admiraba nuevamente animadas.
_Ahora continuemos.Vos decís que el mejor día para que salgan de Buenos Aires es el veinticinco de diciembre porque...
_Porque las calles van a estar desiertas.Seguramente todos estarán durmiendo después de una abundante cena de Navidad y...
_...y por haber asistido a la Misa de Gallo, claro.Además la mayoría de los mazorqueros que se la pasan vigilando estarán tirados con una flor de tranca.
__¡Mecha!_se rió Lorenza_¡qué vocabulario es ése!
_Así me gusta verte Lorenza. La risa te sienta bien.
_Bueno, bueno, sigamos_De Buenos Aires van a San Pedro. Fray Cayetano los puede albergar unos días en el convento para que descansen ellos y los caballos. Desde ahí siguen hasta Córdoba. Clara, la que fue novia de Francisco ¿te acordás?, generosamente les ofrece hospedaje en su casa.Clarita siempre le fue fiel a Francisco.
_Tu hermana María Teresa,¿nos ayudará?
_No lo dudes.Ella y Froilán los esperan en Sinsacate. Luego Lourdes y Rafael pueden seguir viaje hasta La Domada en donde  mi hermana Catalina tiene una finca alejada del control federal.Allí estarán seguros. 
_Ya que están en Catamarca pueden seguir hasta Ipizca. Eulalia estará más que dispuesta a albergarlos.Sabes cómo es.
_Una guerrera.Nadie se le puede oponer.¡Qué paciencia tiene José Domingo con ella!Eso sí,es una madraza.Sus siete hijos la adoran.
_Te apuesto que un día de estos encabeza una revolución_profetizó Mercedes.
Lo que ni Mercedes ni Lorenza se imaginaban era que Eulalia sí encabezaría  en mil ochocientos sesenta y dos una revuelta conocida como “la Revolución de las Mujeres”.
Sucedió que el gobernador de Catamarca, Moisés Omill quiso eternizarse en el poder expulsando de la Legislatura a sus opositores y reemplazándolos por sus seguidores.Destituyó jueces y derrotó al Comandante Vildoza, marido de Eulalia, que le presentó armas.
Como los pocos opositores que quedaban no reaccionaban, Eulalia  con vecinas y amigas se unieron para derrocar a Omill.
Esa valiente dama catamarqueña viajó hasta Santiago del Estero para comprar armas y mandó pedir municiones a Buenos Aires.
A la medianoche las mujeres reunidas en la iglesia del pueblo se vistieron con ropas masculinas.Y así empuñando fusiles se apoderaron del Cabildo. De allí se dirigieron, comandadas por Eulalia a la casa del Gobernador en donde se produjo un tremendo tiroteo.Omill huyó cobardemente por los fondos de su casa.
Aunque por pocas horas, Eulalia fue nombrada Gobernadora constituyéndose en la primer mandataria del país.
_¡Qué gran mujer Eulalia!Trinidad siempre estuvo orgullosa de ella. Recuerdo que antes de morir me escribió alabando las dotes de su hija mayor.
_Y hablando de mujeres de carácter ¿sabes algo de Macacha?_Lorenza se refería a Macacha Gûemes_Estamos distanciadas.
_Quiero mucho a Macacha aunque nuestras ideas políticas nos separan.Ella defiende con ferocidad los principios de la Federación. Lo último que supe de ella es que sigue al frente del partido político que tiene como principal objetivo defender la soberanía de la Patria.Creo que se llama “Patria Vieja”
_Es increíble como ayudó a Martín en la guerra de la Independencia.
._Y te acordás con cuanta osadía defendió a su marido,preso en Famatina,por ofender al sargento Pacheco. La muy loca no paró hasta conseguir que Román volviera a su puesto de Capitán,a su ciudad y a su lado.

_Eso no es nada comparado a aquella vez que estando al mando de un destacamento organizado por Martín para defender la frontera de los realistas, los gauchos empezaron a retroceder ante el enemigo.Entonces ella les gritó:”cobardes, vean como pelean las mujeres en mi tierra”, empuñó su lanza y a todo galope se enfrentó a las tropas realista
_Los gauchos avergonzados la siguieron y derrotaron a los invasores.
_Macacha como vos, sufrió muchísimo con la muerte de su hermano.
_Pobrecito cuánto padeció antes de morir
_Y ella siempre a su lado asistiéndolo.
_Cuando regrese a casa le voy a escribir. Estuve mal en alejarme de ella. Entre nosotras la distancia nunca fue un obstáculo para fomentar la amistad, una amistad que es fuente de consuelo.
_Haces bien Lorenza. En estos tiempos turbulentos las mujeres que luchamos contra la insensatez y la soberbia de los gobernantes que se niegan a escuchar la voz de la oposición debemos estar más unidas que nunca para hacerles entender que sólo el diálogo y la renuncia a los propios intereses podrá hacer de esta Tierra una Patria soberana,digna herencia para nuestros jóvenes.
_Y no te olvides del respeto a nuestros derechos que ellos pisotean arbitrariamente.
_Por eso mismo estamos juntas esta tarde, tratando de poner a salvo a esta pareja que se enfrenta a un poder político opresivo.
_De eso nos puede dar cátedra Juana_reflexionó Lorenza mientras se servía otra copita de licor.
_¿A que Juana te referís?Somos amigas de Azurduy y de Moro.
_A  Juana Azurduy y a su marido Manuel Padilla.Combatieron codo a codo en el Ejército del Norte al mando de Belgrano contra esos miserables españoles enfrentando derrotas y triunfos,soportando que se les confiscaran sus propiedades,sus cosechas,sus ganados...
_¡Pobre Juana!Cuántos sacrificios soportó por participar desinteresadamente en la lucha por nuestra emancipación de un reino que nos aplastaba,nos oprimía, impidiéndonos crecer,madurar._se exasperó Mercedes
_¡Qué afortunada fue también!¡Cuánto la amó su marido!
_Si dio la vida por ella cuando la rescató en la Batalla de la Laguna al ser herida en combate.
_Juana lo sigue llorando aún hoy, después de tantos años.
_Un amor así es difícil de encontrar. Juana me contó que juró sobre su tumba vengarlo.Por eso se unió a Martín Gûemes, para continuar en las guerrillas.
_Ahora está en Salta, solicitando al gobierno boliviano sus bienes confiscados. ¿A vos te parece que una mujer que lo dio todo por la Patria tenga que rogar hasta la humillación por lo que le pertenece? Me hierve la sangre ante tamaña injusticia
._Justamente ayer recibí una carta de ella.La pensión que le otorgó el general Sucre es una vergüenza, apenas le alcanza para comer y ella que es  tan orgullosa se niega a que sus amigas la ayuden.
_Ya veré de qué manera le hago llegar algún dinero sin que se entere de su procedencia.
Y así continuaron planificando, recordando, y casi sin darse cuenta, creando una red de mujeres valientes, audaces, dispuestas a entregarse en cuerpo y alma en pos de sus ideales, amantes de sus familias, fieles a sus creencias.Mujeres que amaron a sus hombres, muchas veces pagando un alto costo del que no se arrepentían.Mujeres rebeldes que buscaron su lugar en una sociedad pacata, rompiendo reglas y costumbres puritanas. Mujeres con alma de Patria, una Patria pujante y briosa.