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Montevideo, 3 de Marzo de 1848
Estimado Rafael:
¡Qué
alegría saber que están sanos y salvos lejos del peligro en una Patria
Hermana. Mercedes me mantuvo al tanto del arriesgado itinerario que emprendieron.
También sé la grata noticia del embarazo de Lourdes. ¡Cómo me
gustaría abrazarla !como cuando era una niñita rebelde y traviesa, aunque debo
admitir que muy simpática y compradora,
Uno de los motivos por los que le escribo es para agradecerle la
manera en que puso en peligro su vida por salvar la mía. Perdone la parquedad y
la desconfianza con que lo traté por ese entonces,es que venía atrozmente
golpeado por el destino y usted, mi amigo, era el ahijado de mi peor
enemigo. Espero me entienda y me disculpe.
El otro motivo es una propuesta. Estoy trabajando en el periódico
“El Nacional” de Montevideo, donde colabora Esteban Echeverría, otro
exiliado. Sería para mí un honor que se uniera a nosotros para vapulear desde
aquí la gestión infame de Juan Manuel de Rosas.
El país está viviendo una macabra pesadilla que debe concluir de
una vez por todas. Un nuevo partido debe germinar de la unión de las dos
tendencias que hoy están en lucha, teniendo por misión adoptar lo que haya de
legítimo en cada uno de ellos y consagrarse a encontrar una solución pacífica a
nuestros problemas sociales. Este nuevo partido debe ser representado por las
jóvenes generaciones cuya única fórmula sea: Mayo, Progreso y Democracia. Los
términos de esta fórmula se engendran recíprocamente, se suponen el uno al
otro, ellos contienen y explican todo lo que somos, lo que hemos sido y lo que
seremos.
Este es el pensamiento unánime de los que hemos sido exiliados y
aspiramos retornar a una Patria limpia de réprobos.
Usted Rafael es parte de esa sangre nueva que tiene en sus manos
la posibilidad de un cambio radical.
Únase a Echeverría, a Mármol y a un servidor en esta
gesta. Sarmiento desde Chile hace lo suyo.
Trabajemos juntos bregando por una transformación sustancial de la
realidad política y social de nuestra amada Argentina.
Este es el momento oportuno para presionar desde el exterior
alentando a Urquiza a tomar una decisión definitiva en su postura frente al
gobierno de Buenos Aires. Sus desavenencias con Rosas se van acumulando desde
1842. Primero fueron los conflictos que mantuvo con el General
Echagûe, gobernador de Santa Fe, instrumento dócil de la política
rosista. Numerosos fueron los cargos que le formuló Urquiza y
claro, indirectamente contra Rosas. A partir de ese enfrentamiento sutilmente
disfrazado las disidencias entre los dos caudillos se hicieron públicas y
tomaron carácter político sobre todo cuando Rosas rechazó el Tratado de Alcaraz
firmado por Urquiza y Madariaga, gobernador de Corrientes.
Rosas nunca aceptará una pronta convocatoria a un Congreso
Constituyente. Si a esto le sumamos la negativa del tirano a la libre navegación
por los ríos interiores más la disputa por el monopolio económico de Buenos
Aires.....el volcán está por estallar.
Nos hemos enterado que Urquiza ha comenzado a pertrecharse para
enfrentar las fuerzas oficialistas.
Conociendo su espíritu indómito presumo que
si esto se cristaliza, usted querrá ser uno de los ejes en las líneas del
ejército del gobernador de Entre Ríos.
Rafael, si su corazón y su conciencia lo impulsan a tomar esa
decisión, desde aquí le resultará fácil unírsele.
De ésto,me permito aconsejarle,nada a Lourdes. Ya sabemos como son
las mujeres, se angustian por todo y lejos de mí provocarle sufrimientos a mi
sobrina. Sé también que para usted será un engorro lanzarse a una nueva travesía
estando Lourdes con un embarazo bastante adelantado. Sin embargo son tantas mis
ansias de tenerlos junto a mí, que me tomé el atrevimiento de diseñarles un
itinerario hasta Montevideo buscando las vías más cómodas para no poner en
riesgo a Lourdes.
Pensé que de Cochabamba pueden viajar en carreta hasta
Asunción. Desde allí en barco por el río Paraná hasta Sauce Grande; en carreta
nuevamente hasta Concordia y finalmente, navegando por el río Uruguay hasta
Montevideo.
Arreglé con Urquiza, con el que me carteo con frecuencia, un pase
que les facilitará atravesar el territorio de la provincia de Entre Ríos. Déjeme
decirle que Urquiza ya lo considera su aliado, nada deben temer, lo pasado
pisado. Todos sus delitos serán condonados.
Me tomé el atrevimiento de buscarles vivienda. A tres cuadras de mi
casa hay una muy elegante, de estilo virreinal de dos plantas con balcones
rebosantes de gardenias que dan a un patio central. A Lourdes le encantará.
Le aseguro que quedará satisfecho tanto con la casa como con el
sueldo que le ofrece el periódico.
Adjunto a esta misiva otra similar obviando el párrafo de la
revolución y de su posible participación activa en ella para que la pueda leer
Lourdes. De enterarse pondría el grito en el cielo y a ninguno de los dos nos
conviene. Ella está contra el derramamiento de sangre, lamentablemente, Rafael,
estamos en un hito en que no tenemos otro opción para que nuestros objetivos
lleguen a término. El destino de un pueblo entero está en juego.
Espero cuanto antes su respuesta. Vea la forma de convencer a
Lourdes, quizá tentándola con la asistencia de Mercedes en el parto. Mi hermana
puede hacerse una escapada, no tiene impedimentos para cruzar el Plata. ¿Qué le
parece mi idea? Como se dará cuenta estoy ansioso por reencontrarme con ustedes, mi
familia. Aquí, aunque rodeado de buenos amigos, me siento muy solo. Un abrazo.
LORENZO ESCALANTE
P.D. Hay novedades acerca del escandalete de la O’Gorman y el cura con el que
huyó. Su paradero fue descubierto en la provincia de Corrientes. Un sacerdote
irlandés llamado Michael Gannon los arrestó. Según dicen los chismosos, que nunca
faltan, ella negó haber sido violada y afirmó descaradamente ser la iniciadora
del romance y la ideóloga de la fuga. Están detenidos en Santos Lugares. De solo
pronunciar ese nombre se me eriza la piel, malos recuerdos.
Se rumorea que serán fusilados y ¡Camila embarazada! Otro grano de
arena que contribuirá a la caída de Rosas.
Cochabamba, 10 de Marzo de 1848
Queridísima abuela:
Estoy
feliz por las buenas nuevas que tengo que comunicarte. En unos días partimos
hacia Montevideo. Si....ya sé que hace poco nos instalamos en esta bella ciudad
pero ansío con el alma volver a abrazar al tío Lorenzo y si la Virgencita de
Urkupiña,de la que me hice devota, lo permite, con usted también.
Mi mayor deseo es que mi hijo nazca rodeado de las personas que
más quiero en la vida.
Al principio cuando Rafael me leyó la proposición del tío de
trasladarnos a Montevideo para que trabajara en el periódico me provocó
resquemor. Otra mudanza justo cuando empezábamos a organizarnos bajo nuestro
propio techo me causó por una parte desazón y por otra, entusiasmo.
¡La extraño tanto abuela! Creo que ya se lo mencioné un millón de
veces pero no voy a dejar de repetírselo.
No se preocupe por mí, soy vigorosa y este hijo se mueve como un
potrillo desbocado. El doctor Orondo nos dio su visto bueno. No le puedo negar
que al principio se escandalizó, lo trató de loco a Rafa. Más tranquilo ,cuando
le comentamos que navegaríamos la mayor parte del trayecto, aprobó nuestra
decisión. ”Si toman todos los recaudos, les doy mi bendición”, nos dijo con cara
seria. Yo siento un cariño especial por él, abuela, siempre atento y
cordial. Todas las tardes pasa por casa para asegurarse que me encuentro bien.
Este viaje a Bolivia me ha hecho madurar. Le estoy agradecida por
haberme puesto en contacto con mujeres luchadoras y valientes, dueñas de
existencias increíbles, con metas definidas por las que no dudaron arriesgar
afectos y seguridades. Clara, Juana, Eulalia, las hermanas Reynafé. A todas
las llevaré grabadas a fuego en mi corazón. De ellas aprendí a luchar por mis
convicciones, a no dejarme manipular por nada ni por nadie,a no temerle a esta
sociedad pacata y puritana en la que nos movemos. De ellas aprendí a amar con
arrojo, con desenfreno, porque la oportunidad es una y hay que aprovecharla. De
ellas aprendí un mundo de valores, pero usted abuela es mi mayor mentora. Como
usted no hay otra. A usted le debo mi vida, respaldó mi amor por Rafa, no nos
abandonó en el peor momento. Siempre a mi lado
consolándome, protegíendome, animándome.¡Gracias abuelita Mercedes, gracias!
Lo que más anhelo es abrazarla y llenarla de besos. Ojalá nos
reúnamos pronto para compartir la alegría de este nuevo ser que llevo en mis
entrañas y que sin lugar a dudas luego de este camino de sangre que
protagonizamos, traerá vientos de esperanza para todos.
Con amor, LOURDES
EPILOGO
“Soldados:
si el tirano y sus soldados esperan,
enseñad al mundo que sois invencibles......................
en el campo de batalla tenemos todos que vencer o morir.”
Justo
J. de Urquiza
Buenos Aires 27 de Diciembre de 1853
Con paso decidido atravesó el pasillo umbrío de la prisión. Debía
cumplir con su promesa, nadie se lo impediría.
El corazón galopaba aunque su espíritu estaba sereno.
Se verían cara a cara por primera vez después de tanta
persecusión, engaños y amenazas.”Hay algo que tengo que reconocer de él, jamás
quebró su lealtad a Rosas a diferencia de sus compañeros que bochornosamente se
pasaron al bando unitario, jamás elevó un insulto contra el Gobernador de
Buenos Aires que huyó cobardemente a Inglaterra abandonando a sus seguidores”,
pensaba mientras se acercaba a la celda de Ciriaco Cuitiño. En dos días sería
ajusticiado junto al mazorquero Leandro Antonio Alén, el único amigo que le
quedó de tantos que lo sobaron en los buenos tiempos.
El soldado le abrió la reja de la celda que chirrió como
suplicando clemencia. Lo encontró sentado en un camastro desvencijado. Se asombró
al descubrirlo cosiendo.”¿Qué nueva locura estará tramando?”, se preguntó ante
el insólito espectáculo. Cuitiño dejó de pegar puntadas y levantó la vista al escuchar, ”Tiene
visita Coronel”.
_¡Usted!, ¿qué quiere? ¿Qué mira? Coso mi pantalón a la camisa,
como después de fusilados nos van a colgar no quiero que a un federal ni de
muerto se le caigan los pantalones ¡carajo! ¿Se mofa de mí?
_Vine a cumplir una promesa_la voz melodiosa de Lourdes se abrió
paso entre las sombras de la celda
_Y Rafael ¿dónde está? ¿Por qué no vino él? O es que tanto me
desprecia, que manda a su perra para que se burle de mi desgracia.
Lourdes permanecía silenciosa con los ojos cargados de lágrimas.
_Dígale que para mí es un honor morir en el paredón. Siempre le fui
fiel a su Excelencia que se comportó como un padre conmigo. Nunca actué en forma
artera, siempre fui frontal en mis procederes_a medida que avanzaba en su monólogo
la ira se iba apagando- Dígale......dígale que a pesar de todos nuestros
desencuentros él es una parte importantísima de mi vida.....dígale que lo sigo
queriendo como al hijo que no tuve...
Y “ese hombre “duro, temido, violento, déspota, se derrumbó en un
llanto amargo. Lourdes, olvidándose de todas las penas ocasionadas por” ese
hombre”se arrodilló a su lado y lo abrazó sin remilgos. Ciriaco pegó un respingo
al sentir el calor de Lourdes, pero no se resistió al contacto.
_Rafael no vino, don Ciriaco, porque perdió la vida en la batalla
de Caseros._lo dijo en un susurro, quebrada la voz.
_¡Cómo! ¿Qué me está diciendo! ¡No puede ser! Más salvaje que él en
la lucha cuerpo a cuerpo no conozco. Nadie como Rafael en el manejo del fusil y
del facón....Cuando Santa Coloma me informó que lo había herido casi lo mato a
trompadas. ”Asustalos”, le dije y el muy hijo de puta casi me lo manda para el
otro lado. Estuve como loco hasta que tuve la certeza que estaba fuera de
peligro....siempre tuve mis informantes ¿sabe?.....y ahora ésto....No, no, no, no
puede ser. Mi Rafael ¡no!,maldita sea. Se murió y no pude pedirle
perdón......_Cuitiño se arrancaba el cabello con desesperación.
_Rafa lo perdonó. Cuando hablaba de usted lo hacía con cariño,
justificando su conducta. Soñaba con tener la oportunidad de reencontrarse sin
odio ni reproches.
_¿Cómo sucedió? Cuénteme por favor_las lágrimas seguían
cayendo, difícil detenerlas.
_En plena batalla le clavaron una bayoneta por la espalda que le
atravesó el corazón.
Cuando el
oficial unitario, un extraño para ella, con una calma siniestra le comunicó lo
sucedido sintió que un mar turbulento se la tragaba. Como explicar el terrible
dolor que le perforó el alma, imposible. Ya había pasado casi un año de la muerte de Rafael.
_Cuando me avisaron me desvanecí y estuve inconsciente varios
días. No deseaba despertar.
_Perdóneme usted también, Lourdes. El resentimiento y la sed de
venganza consumen al hombre y yo sucumbí a esos sentimientos dañinos.
“Las vueltas de la vida. ¡Cómo imaginar que este vacío asfixiante
me reconciliaría con el protagonista de todas mis pesadillas!”,pensó golpeada
por la pena Lourdes. Se despidió besándolo en la frente. El se quedó
allí, devastado, aguardando ansioso la hora de su ejecución. Quería volver a tener
en sus brazos a aquel huérfano que le hizo conocer el amor a la familia..
“¡Cosa de locos! Hace un momento saqué cagando al cura que quiso
confesarme. Vida eterna, ¿qué carajos significa eso?, le escupí y
ahora.....ansío con todos mis huesos que exista para volver a abrazar a mi
ahijado, mi Rafa".
Aferrado a ese pensamiento se dejó llevar hasta la Iglesia de la Concepción, dónde un 29
de Diciembre a las nueve de la mañana fue fusilado ante un gentío sediento de
sangre.
Lourdes, al regresar a su casa de la Santísima Trinidad,
lloró sobre el hombro de Tina que fue a recibirla.
_Cumplí la promesa que le hice a Rafa antes de que se marchara a
luchar en Caseros._Tina con un pañuelo de seda le secaba las lágrimas.
_¿Qué aspecto tenía?_preguntó resentida
_Primero me atacó pero al enterarse de la muerte de Rafa se
desmoronó. Lo quería muchísimo Tina, muchísimo.
_Doña Mercedes y los niños están en el patio. Te están
esperando._Tina siguió su camino hasta la cocina sin revelar ningún
sentimiento hacia Cuitiño. La muerte de su hijo la dejó marcada. No reía, hablaba
lo indispensable, su rostro se volvió amargo. ”Mi vida ya no tiene sentido”, le
confesó una tarde a Lourdes.
_Abuela estoy de vuelta.
_¿Todo bien?_se volvió sonriéndole.
“Gracias abuelita por tu sonrisas que me dan valor para seguir
adelante”, suspiró aliviada Lourdes luego del cambio de palabras con Tina.
_Todo bien...¡Alba!¡Cuidado!, si se rompe esa rama te vas a
lastimar, hijita._una niña de tres años, de cabello negro azabache y
ensortijado con unos pícaros ojos verdes le contestó con insolencia
_¡Mami! No te das cuenta que soy una trapecista......_el día
anterior un circo itinerante llegó a la ciudad y Alba quedó fascinada con el
muchacho que desafiaba las alturas.
_Está bien pero no maltrates al pobre naranjo...Abuela ¿y
Miguelito?
_En el escritorio, leyendo el libro de cuentos que le regaló
Lorenzo. Ese chico es una luz, cinco años y ya lee. Estoy segura que será un gran
escritor.
_¡Abuela que cosas dice!_rió Lourdes aunque estaba muy orgullosa
de su hombrecito tan parecido a Rafael.
La abuela Mercedes no estuvo errada. Miguel Cané llegaría a ser una
de las plumas mas representativas de la historia de la literatura
argentina. Ocuparía el cargo de Intendente de la ciudad de Buenos Aires y sería Senador durante la segunda presidencia de su amigo entrañable, Julio Argentino
Roca.
_¿Cómo estás de ánimo, querida?_conversaban sentadas en el banco de
piedra ubicado cerca del naranjo, testigo de tres generaciones de mujeres que
hicieron frente a los embates de la vida con entereza y dignidad.
_¡Ay abuela! no quiero terminar como Tina. Vive encerrada en su
dolor transmitiendo tristeza y desolación. Ni los niños pudieron romper el
cascarón en que se esconde. Yo quiero seguir siendo el sol de Rafa.....”Vos sos
mi solcito”, siempre me decía......y quiero ser ese sol para mis hijos, brindándoles
tibieza, protección y amor, mucho amor. Quiero reír con ellos, cantar con ellos
y recordar con ellos la persona inigualable que fue su padre.
_Lo harás, Lourdes, lo harás, ya lo estás haciendo.
_Recién ahora comprendo a Clarita, la novia de Francisco Reynafé,
cuando me decía que nunca más volvería a enamorarse. Rafa fue mi hombre, abuela,
no tengo cabida en mi pecho para otro. Sé que él continúa a mi lado. Me siento
plena porque conocí un amor que recorrió un largo camino regado con sangre pero
en el que también brotaron dos hermosas rosas que perfuman mi vida y por las
que voy a luchar para que vivan en libertad.
_Me enorgullece escucharte, Lourdes.
_Abuela ¿cambiará este país a partir de esta revolución iniciada
por Urquiza? ¿Se solucionarán los graves problemas sociales que nos
aquejan?¿Servirá de algo la muerte de tantos hombres heroicos, el sacrificio de
tantas mujeres valientes?¿Estará a la altura de ellos la respuesta de la Patria por la que dieron
afectos, bienes y hasta la propia vida?
_Eso, mí querida, sólo el futuro lo podrá responder.
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FIN -------------------------------------