Novelas en capítulos y cuentos cortos

martes, 26 de mayo de 2015

LA CABECITA NEGRA


Esta es la historia de una jovencita provinciana que llega a la Capital para labrarse un nuevo destino, lejos de la pobreza y de la apatía de un pueblo que la sofoca. Este humilde intento de novela se la dedico a mi mamá, que como la protagonista dejó su Charata natal para intentar suerte en una gran urbe, Buenos Aires.
Para vos mami,te extraño con el alma.
                                                                        PROLOGO

Charata, Chaco, enero de 1912


Agotada. Esa era su sensación , física y espiritual. Agotada. El sencillo vestido de flores azules pegado a su cuerpo por el sudor, evidenciaba un embarazo bastante adelantado. El sol, en su cenit, estimulaba el malestar de la joven trigueña, que se protegía de los rayos abrasadores con un enorme sombrero de paja.
Cosechaba algodón con denuedo. De tanto en tanto detenía su labor para masajear su adolorida cintura. No sólo soportaba el peso de su prominente vientre, sino también el del bolsón de lona que cargaba a su espalda repleto de capullos de algodón que iba recolectando.Al atardecer, luego de pesar su cosecha por la que acostumbraban darle centavos, emprendió el regreso a pié a su rancho. Allí la esperaba Amanda, su hija de ocho años, que quedaba a cargo de sus hermanitos menores; César, de cuatro y Sofía, de dos.
La madre sufría cada mañana al dejarlos desprotegidos, ya que vivían alejados del pueblo, pero desgraciadamente no tenía opción, había que "parar la olla" y ella carecía del respaldo de un hombre.
Su concubino, un inmigrante llegado de España, la abandonó al enterarse del nuevo embarazo. "Despréndete del paquete o te dejo", la amenazó en medio de una tremenda pelea.
Andate al carajo!, no te necesitamos". Un portazo que hizo temblar las paredes de la precaria casita, finalizó una relación de nueve años.
Sola, con tres hijos y esperando otro, buscó empleo como cosechadora. Al patrón, don Eduardo Sanchez Uría, le importaba un bledo su estado, lo primordial era que rindiese en su trabajo, si no lo hacía se la despedía y a otra cosa. Hasta el momento su desempeño era satisfactorio.
Esa noche, al acostarse, un calambre le atravesó el vientre. Se contuvo para no asustar a los niños que dormían en la misma habitación que ella. Una nueva contracción la desgarró y esa vez le fue imposible ahogar el grito que le brotó de las entrañas.
Amanda corrió a su lado. "¡Máma!,¿es el hermanito?", lloró la chiquilla. "Si querida, anda queriendo nacer no ma pué. No te asustés, cuidá que el César y la Sofi no se dispierten, yo me arreglo".
Y esa noche estrellada, presidida por una espectacular luna llena, Antonia tuvo a su niña, un puñadito de carne rosada que berreaba con la misma fuerza de los corderitos que tenían en el corral.
Cortó el cordón umbilical como lo había visto hacer en sus partos anteriores a doña Aurelia, la comadrona del pueblo que esa primavera había muerto de unas fiebres extrañas.
Con la ayuda de Amanda, la bañó en un fuentón que desbordaba agua tibia, y la envolvió en una manta descolorida por tanto uso.
Se le prendió al pecho y comenzó a chupar vorazmente. Sus tres hermanos, la observaban con los ojos desorbitados. Antonia sonreía complacida. Elevó una plegaria a la Virgen del Perpetuo Socorro, patrona de Charata, su pueblo. "Que podamos salir adelante". "¡Máma, qué linda es!,¿cómo se va a llamar?", César estaba emocionado. "Alma, se va a llamar Alma, ¿te gusta?". "Sí, máma, me gusta muy mucho".

domingo, 24 de mayo de 2015

Camino de Sangre y ...Rosas Caps. 25 y Epílogo

                                                               25


Montevideo, 3 de Marzo de 1848


Estimado Rafael:

                         ¡Qué alegría saber que están sanos y salvos lejos del peligro en una Patria Hermana. Mercedes me mantuvo al tanto del arriesgado itinerario que emprendieron.
También sé la grata noticia del embarazo de Lourdes. ¡Cómo me gustaría abrazarla !como cuando era una niñita rebelde y traviesa, aunque debo admitir que muy simpática y compradora,
Uno de los motivos por los que le escribo es para agradecerle la manera en que puso en peligro su vida por salvar la mía. Perdone la parquedad y la desconfianza con que lo traté por ese entonces,es que venía  atrozmente golpeado por el destino y usted, mi amigo, era el ahijado de mi peor enemigo. Espero me entienda y me disculpe.
El otro motivo es una propuesta. Estoy trabajando en el periódico “El Nacional” de Montevideo, donde colabora Esteban Echeverría, otro exiliado. Sería para mí un honor que se uniera a nosotros para vapulear desde aquí la gestión infame de Juan Manuel de Rosas.
El país está viviendo una macabra pesadilla que debe concluir de una vez por todas. Un nuevo partido debe germinar de la unión de las dos tendencias que hoy están en lucha, teniendo por misión adoptar lo que haya de legítimo en cada uno de ellos y consagrarse a encontrar una solución pacífica a nuestros problemas sociales. Este nuevo partido debe ser representado por las jóvenes generaciones cuya única fórmula sea: Mayo, Progreso y Democracia. Los términos de esta fórmula se engendran recíprocamente, se suponen el uno al otro, ellos contienen y explican todo lo que somos, lo que hemos sido y lo que seremos.
Este es el pensamiento unánime de los que hemos sido exiliados y aspiramos retornar a una Patria limpia de réprobos. 
Usted Rafael es parte de esa sangre nueva que tiene en sus manos la posibilidad de un cambio radical.
Únase a Echeverría, a Mármol y a un servidor en esta gesta. Sarmiento desde Chile hace lo suyo.
Trabajemos juntos bregando por una transformación sustancial de la realidad política y social de nuestra amada Argentina.
Este es el momento oportuno para presionar desde el exterior alentando a Urquiza a tomar una decisión definitiva en su postura frente al gobierno de Buenos Aires. Sus desavenencias con Rosas se van acumulando desde 1842. Primero fueron los conflictos que mantuvo con el General Echagûe, gobernador de Santa Fe, instrumento dócil de la política rosista. Numerosos fueron los cargos que le formuló Urquiza y claro, indirectamente contra Rosas. A partir de ese enfrentamiento sutilmente disfrazado las disidencias entre los dos caudillos se hicieron públicas y tomaron carácter político sobre todo cuando Rosas rechazó el Tratado de Alcaraz firmado por Urquiza y Madariaga, gobernador de Corrientes.
Rosas nunca aceptará una pronta convocatoria a un Congreso Constituyente. Si a esto le sumamos la negativa del tirano a la libre navegación por los ríos interiores más la disputa por el monopolio económico de Buenos Aires.....el volcán está por estallar.
Nos hemos enterado que Urquiza ha comenzado a pertrecharse para enfrentar las fuerzas oficialistas.
 Conociendo su espíritu indómito presumo que si esto se cristaliza, usted querrá ser uno de los ejes en las líneas del ejército del gobernador de Entre Ríos.
Rafael, si su corazón y su conciencia lo impulsan a tomar esa decisión, desde aquí le resultará fácil unírsele.
De ésto,me permito aconsejarle,nada a Lourdes. Ya sabemos como son las mujeres, se angustian por todo y lejos de mí provocarle sufrimientos a mi sobrina. Sé también que para usted será un engorro lanzarse a una nueva travesía estando Lourdes con un embarazo bastante adelantado. Sin embargo son tantas mis ansias de tenerlos junto a mí, que me tomé el atrevimiento de diseñarles un itinerario hasta Montevideo buscando las vías más cómodas para no poner en riesgo a Lourdes.
Pensé que de Cochabamba pueden viajar en carreta hasta Asunción. Desde allí en barco por el río Paraná hasta Sauce Grande; en carreta nuevamente hasta Concordia y finalmente, navegando por el río Uruguay hasta Montevideo.
Arreglé con Urquiza, con el que me carteo con frecuencia, un pase que les facilitará atravesar el territorio de la provincia de Entre Ríos. Déjeme decirle que Urquiza ya lo considera su aliado, nada deben temer, lo pasado pisado. Todos sus delitos serán condonados.
Me tomé el atrevimiento de buscarles vivienda. A tres cuadras de mi casa hay una muy elegante, de estilo virreinal de dos plantas con balcones rebosantes de gardenias que dan a un patio central. A Lourdes le encantará.
Le aseguro que quedará satisfecho tanto con la casa como con el sueldo que le ofrece el periódico.
Adjunto a esta misiva otra similar obviando el párrafo de la revolución y de su posible participación activa en ella para que la pueda leer Lourdes. De enterarse pondría el grito en el cielo y a ninguno de los dos nos conviene. Ella está contra el derramamiento de sangre, lamentablemente, Rafael, estamos en un hito en que no tenemos otro opción para que nuestros objetivos lleguen a término. El destino de un pueblo entero está en juego.
Espero cuanto antes su respuesta. Vea la forma de convencer a Lourdes, quizá tentándola con la asistencia de Mercedes en el parto. Mi hermana puede hacerse una escapada, no tiene impedimentos para cruzar el Plata. ¿Qué le parece mi idea? Como se dará cuenta estoy ansioso por reencontrarme con ustedes, mi familia. Aquí, aunque rodeado de buenos amigos, me siento muy solo. Un abrazo.
                                                                                        
                                                                                       LORENZO ESCALANTE


P.D. Hay novedades  acerca del escandalete de la O’Gorman y el cura con el que huyó. Su paradero fue descubierto en la provincia de Corrientes. Un sacerdote irlandés llamado Michael Gannon los arrestó. Según dicen los chismosos, que nunca faltan, ella negó haber sido violada y afirmó descaradamente ser la iniciadora del romance y la ideóloga de la fuga. Están detenidos en Santos Lugares. De solo pronunciar ese nombre se me eriza la piel, malos recuerdos.
Se rumorea que serán fusilados y ¡Camila embarazada! Otro grano de arena que contribuirá a la caída de Rosas.

                                                                                       
 Cochabamba, 10 de Marzo de 1848
Queridísima abuela:
                            Estoy feliz por las buenas nuevas que tengo que comunicarte. En unos días partimos hacia Montevideo. Si....ya sé que hace poco nos instalamos en esta bella ciudad pero ansío con el alma volver a abrazar al tío Lorenzo y si la Virgencita de Urkupiña,de la que me hice devota, lo permite, con usted también.
Mi mayor deseo es que mi hijo nazca rodeado de las personas que más quiero en la vida.
Al principio cuando Rafael me leyó la proposición del tío de trasladarnos a Montevideo para que trabajara en el periódico me provocó resquemor. Otra mudanza justo cuando empezábamos a organizarnos bajo nuestro propio techo me causó por una parte desazón y por otra, entusiasmo.
¡La extraño tanto abuela! Creo que ya se lo mencioné un millón de veces pero no voy a dejar de repetírselo.
No se preocupe por mí, soy vigorosa y este hijo se mueve como un potrillo desbocado. El doctor Orondo nos dio su visto bueno. No le puedo negar que al principio se escandalizó, lo trató de loco a Rafa. Más tranquilo ,cuando le comentamos que navegaríamos la mayor parte del trayecto, aprobó nuestra decisión. ”Si toman todos los recaudos, les doy mi bendición”, nos dijo con cara seria. Yo siento un cariño especial por él, abuela, siempre atento y cordial. Todas las tardes pasa por casa para asegurarse que me encuentro bien.
Este viaje a Bolivia me ha hecho madurar. Le estoy agradecida por haberme puesto en contacto con mujeres luchadoras y valientes, dueñas de existencias increíbles, con metas definidas por las que no dudaron arriesgar afectos y seguridades. Clara, Juana, Eulalia, las hermanas Reynafé. A todas las llevaré grabadas a fuego en mi corazón. De ellas aprendí a luchar por mis convicciones, a no dejarme manipular por nada ni por nadie,a no temerle a esta sociedad pacata y puritana en la que nos movemos. De ellas aprendí a amar con arrojo, con desenfreno, porque la oportunidad es una y hay que aprovecharla. De ellas aprendí un mundo de valores, pero usted abuela es mi mayor mentora. Como usted no hay otra. A usted le debo mi vida, respaldó mi amor por Rafa, no nos abandonó en el peor momento. Siempre a mi lado consolándome, protegíendome, animándome.¡Gracias abuelita Mercedes, gracias!
Lo que más anhelo es abrazarla y llenarla de besos. Ojalá nos reúnamos pronto para compartir la alegría de este nuevo ser que llevo en mis entrañas y que sin lugar a dudas luego de este camino de sangre que protagonizamos, traerá vientos de esperanza para todos.
                                                                                                                                                                                                                                          Con amor, LOURDES

 

                                                      EPILOGO


          “Soldados: si el tirano y sus soldados esperan,
enseñad al mundo que sois invencibles......................
en el campo de batalla tenemos todos que vencer o morir.”
                                                                                                   Justo J. de Urquiza


Buenos Aires 27 de Diciembre de 1853

Con paso decidido atravesó el pasillo umbrío de la prisión. Debía cumplir con su promesa, nadie se lo impediría.
El corazón galopaba aunque su espíritu estaba sereno.
Se verían cara a cara por primera vez después de tanta persecusión, engaños y amenazas.”Hay algo que tengo que reconocer de él, jamás quebró su lealtad a Rosas a diferencia de sus compañeros que bochornosamente se pasaron al bando unitario, jamás elevó un insulto contra el Gobernador de Buenos Aires que huyó cobardemente a Inglaterra abandonando a sus seguidores”, pensaba mientras se acercaba a la celda de Ciriaco Cuitiño. En dos días sería ajusticiado junto al mazorquero Leandro Antonio Alén, el único amigo que le quedó de tantos que lo sobaron en los buenos tiempos.
El soldado le abrió la reja de la celda que chirrió como suplicando clemencia. Lo encontró sentado en un camastro desvencijado. Se asombró al descubrirlo cosiendo.”¿Qué nueva locura estará tramando?”, se preguntó ante el insólito espectáculo. Cuitiño dejó de pegar puntadas y levantó la vista al escuchar, ”Tiene visita Coronel”.
_¡Usted!, ¿qué quiere? ¿Qué mira? Coso mi pantalón a la camisa, como después de fusilados nos van a colgar no quiero que a un federal ni de muerto se le caigan los pantalones ¡carajo! ¿Se mofa de mí?
_Vine a cumplir una promesa_la voz melodiosa de Lourdes se abrió paso entre las sombras de la celda
_Y Rafael ¿dónde está? ¿Por qué no vino él? O es que tanto me desprecia, que manda a su perra para que se burle de mi desgracia.
Lourdes permanecía silenciosa con los ojos cargados de lágrimas.
_Dígale que para mí es un honor morir en el paredón. Siempre le fui fiel a su Excelencia que se comportó como un padre conmigo. Nunca actué en forma artera, siempre fui frontal en mis procederes_a medida que avanzaba en su monólogo la ira se iba apagando- Dígale......dígale que a pesar de todos nuestros desencuentros él es una parte importantísima de mi vida.....dígale que lo sigo queriendo como al hijo que no tuve...
Y “ese hombre “duro, temido, violento, déspota, se derrumbó en un llanto amargo. Lourdes, olvidándose de todas las penas ocasionadas por” ese hombre”se arrodilló a su lado y lo abrazó sin remilgos. Ciriaco pegó un respingo al sentir el calor de Lourdes, pero no se resistió al contacto.
_Rafael no vino, don Ciriaco, porque perdió la vida en la batalla de Caseros._lo dijo en un susurro, quebrada la voz.
_¡Cómo! ¿Qué me está diciendo! ¡No puede ser! Más salvaje que él en la lucha cuerpo a cuerpo no conozco. Nadie como Rafael en el manejo del fusil y del facón....Cuando Santa Coloma me informó que lo había herido casi lo mato a trompadas. ”Asustalos”, le dije y el muy hijo de puta casi me lo manda para el otro lado. Estuve como loco hasta que tuve la certeza que estaba fuera de peligro....siempre tuve mis informantes ¿sabe?.....y ahora ésto....No, no, no, no puede ser. Mi Rafael ¡no!,maldita sea. Se murió y no pude pedirle perdón......_Cuitiño se arrancaba el cabello con desesperación.
_Rafa lo perdonó. Cuando hablaba de usted lo hacía con cariño, justificando su conducta. Soñaba con tener la oportunidad de reencontrarse sin odio ni reproches.
_¿Cómo sucedió? Cuénteme por favor_las lágrimas seguían cayendo, difícil detenerlas.
_En plena batalla le clavaron una bayoneta por la espalda que le atravesó  el corazón.
Cuando el oficial unitario, un extraño para ella, con una calma siniestra le comunicó lo sucedido sintió que un mar turbulento se la tragaba. Como explicar el terrible dolor que le perforó el alma, imposible. Ya había pasado casi un año de la muerte de Rafael.
_Cuando me avisaron me desvanecí y estuve inconsciente varios días. No deseaba despertar.
_Perdóneme usted también, Lourdes. El resentimiento y la sed de venganza consumen al hombre y yo sucumbí a esos sentimientos dañinos.
“Las vueltas de la vida. ¡Cómo imaginar que este vacío asfixiante me reconciliaría con el protagonista de todas mis pesadillas!”,pensó golpeada por la pena Lourdes. Se despidió besándolo en la frente. El se quedó allí, devastado, aguardando ansioso la hora de su ejecución. Quería volver a tener en sus brazos a aquel huérfano que le hizo conocer el amor a la familia..
“¡Cosa de locos! Hace un momento saqué cagando al cura que quiso confesarme. Vida eterna, ¿qué carajos significa eso?, le escupí y ahora.....ansío con todos mis huesos que exista para volver a abrazar a mi ahijado, mi Rafa".
Aferrado a ese pensamiento se dejó llevar hasta la Iglesia de la Concepción, dónde un 29 de Diciembre a las nueve de la mañana fue fusilado ante un gentío sediento de sangre.
Lourdes, al regresar a su casa de la Santísima Trinidad, lloró sobre el hombro de Tina que fue a recibirla.
_Cumplí la promesa que le hice a Rafa antes de que se marchara a luchar en Caseros._Tina con un pañuelo de seda le secaba las lágrimas.
_¿Qué aspecto tenía?_preguntó resentida
_Primero me atacó pero al enterarse de la muerte de Rafa se desmoronó. Lo quería muchísimo Tina, muchísimo.
_Doña Mercedes y los niños están en el patio. Te están esperando._Tina siguió su camino hasta la cocina sin revelar ningún sentimiento hacia Cuitiño. La muerte de su hijo la dejó marcada. No reía, hablaba lo indispensable, su rostro se volvió amargo. ”Mi vida ya no tiene sentido”, le confesó una tarde a Lourdes.
_Abuela estoy de vuelta.
_¿Todo bien?_se volvió sonriéndole.
“Gracias abuelita por tu sonrisas que me dan valor para seguir adelante”, suspiró aliviada Lourdes luego del cambio de palabras con Tina.
_Todo bien...¡Alba!¡Cuidado!, si se rompe esa rama te vas a lastimar, hijita._una niña de tres años, de cabello negro azabache y ensortijado con unos pícaros ojos verdes le contestó con insolencia
_¡Mami! No te das cuenta que soy una trapecista......_el día anterior un circo itinerante llegó a la ciudad y Alba quedó fascinada con el muchacho que desafiaba las alturas.
_Está bien pero no maltrates al pobre naranjo...Abuela ¿y Miguelito?
_En el escritorio, leyendo el libro de cuentos que le regaló Lorenzo. Ese chico es una luz, cinco años y ya lee. Estoy segura que será un gran escritor.
_¡Abuela que cosas dice!_rió Lourdes aunque estaba muy orgullosa de su hombrecito tan parecido a Rafael.
La abuela Mercedes no estuvo errada. Miguel Cané llegaría a ser una de las plumas mas representativas de la historia de la literatura argentina. Ocuparía el cargo de Intendente de la ciudad de Buenos Aires y sería Senador durante la segunda presidencia de su amigo entrañable, Julio Argentino Roca.
_¿Cómo estás de ánimo, querida?_conversaban sentadas en el banco de piedra ubicado cerca del naranjo, testigo de tres generaciones de mujeres que hicieron frente a los embates de la vida con entereza y dignidad.
_¡Ay abuela! no quiero terminar como Tina. Vive encerrada en su dolor transmitiendo tristeza y desolación. Ni los niños pudieron romper el cascarón en que se esconde. Yo quiero seguir siendo el sol de Rafa.....”Vos sos mi solcito”, siempre me decía......y quiero ser ese sol para mis hijos, brindándoles tibieza, protección y amor, mucho amor. Quiero reír con ellos, cantar con ellos y recordar con ellos la persona inigualable que fue su padre. 
_Lo harás, Lourdes, lo harás, ya lo estás haciendo.
_Recién ahora comprendo a Clarita, la novia de Francisco Reynafé, cuando me decía que nunca más volvería a enamorarse. Rafa fue mi hombre, abuela, no tengo cabida en mi pecho para otro. Sé que él continúa a mi lado. Me siento plena porque conocí un amor que recorrió un largo camino regado con sangre pero en el que también brotaron dos hermosas rosas que perfuman mi vida y por las que voy a luchar para que vivan en libertad.
_Me enorgullece escucharte, Lourdes.
_Abuela ¿cambiará este país a partir de esta revolución iniciada por Urquiza? ¿Se solucionarán los graves problemas sociales que nos aquejan?¿Servirá de algo la muerte de tantos hombres heroicos, el sacrificio de tantas mujeres valientes?¿Estará a la altura de ellos la respuesta de la Patria por la que dieron afectos, bienes y hasta la propia vida?
_Eso, mí querida, sólo el futuro lo podrá responder.



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